Ivannia Diarmuid

Fuerte y valiente, es una mujer que no se acobarda ante nada, sino todo lo contrario; gusta de lo nuevo y la aventura y que disfruta de los retos e incluso se deja llevar por ellos la mayoría de las veces, no obstante no es ninguna tonta y sabe que todo tiene un límite, motivo por el cual aceptará sin respingos la realización de actos pequeños que quizá resulten muy osados para la mentalidad de su época, pero jamás meterá las manos en algo que no favorezca al tasarle. Su mentalidad abierta y aventurara, además de escasa en restricciones quizá tiene que ver con el aprecio a la libertad luego de sufrir en carne propia de su privación en el pasado, haciéndole valorar cada minuto en el que puede conducirse sin tener que rendir cuentas a nadie. Para las otros es una persona alegre que disfruta hablando de temas variados, mostrando gran interés en los conocimientos sobre regiones lejanas o inexploradas para ella, por lo cual no es infrecuente verle en las tabernas riendo y disfrutando de pláticas con extraños, retirándose luego de obtener la información que desea a la brevedad, dando así poco margen para crear lazos personales o dando información falsa respecto a si misma si lo considera conveniente, valiéndose para ello de su carisma nato y belleza que le sirven para inspirar agrado y empatía en otros.

A pesar de la profesión que ejerce como mercenaria es una joven de principios, que ante aquellos pocos que obtengan su confianza actuará con total sinceridad y lealtad; la regla de “velar solo por sí misma” desaparece sin notarlo cuando se siente en deuda con alguien o llegue a obtener su aprecio, Su personalidad extrovertida y hasta cándida en ocasiones dejan ver al mundo una faceta de sí que le es difícil de ocultar, pues aunque intenta guardar cualquier brillo de sentimentalismos y jamás exprese con palabras sus alegrías y tristezas el brillo de sus ojos y las expresiones de su faz suelen delatarle, y lo que a menudo deja pasar por alto son sus expresiones situaciones muy específicas, por ejemplo: fruncir el ceño con facilidad cuando se enoja o murmurar en tono poco audible alguna que otra palabra soez cuando se molesta.

Se dice que las manos de esta joven son tan rápidas como su agilidad mental de la cual suele valerse para hacer trampa en juegos de azar en los que participa con frecuencia en algunos lares, y eso último lo considera como una gran bendición por su utilidad para hacerse de cosas materiales que, como a toda mujer bonita y vanidosa, puedan exaltarle. Sin embargo solo conserva para sí aquellas posesiones que sean pequeñas y fáciles de ocultar para no llamar demasiado la atención, vendiendo otras cosas demasiado extravagantes o pesadas, para dar solo la apariencia de una mujer ruda y desinteresada en valores materiales que no tengan gran valor para su supervivencia. Si sus ojos le delatan su boca dirá lo contrario, y se retirará con el motín para esconderle como su pequeño tesoro.

Hija biológica de Helen Draimud, una mujer que gozaba en el pasado de fama en su ciudad natal más por sus conocimientos que por la nobleza de su casta. Se dice que la madre de Ivannia se dedicó durante su juventud al estudio de algunas plantas medicinales que recolectaba durante sus paseos que hacía en los bosques sin llegar jamás a adentrarse mucho en ninguno de ellos, siendo después reconocida por su habilidad en reconocimiento de herbolaria que llegó a colocarle en alta estima de la población de la Gran Villa y que más tarde simbolizó su ruina. Pocos conocían de Helen que provenía de un linaje respetable, pero que antes de su nacimiento perdió su fortuna y se vieron obligados a mantenerse medianamente por el comercio sin obtener grandes ganancias.

La fémina contribuyó con sus conocimientos a la sanación de algunos aldeanos de la Gran Villa, pero desafortunadamente su don le valió a enemigos de su familia para acusarle de ser la responsable de la muerte de un comerciante del lugar, de quien se comenta, murió envenenado. La desgracia cayó sobre la pobre dama y su familia viéndose obligados a huir a Tyriel, donde a causa de la criminalidad del lugar terminaron perdiendo los pocos bienes materiales que pudieron rescatar de su ciudad natal.

Fue en Tyriel donde los progenitores de Ivannia se conocerían, pues su padre, de oficio mercenario luego de la realización de un “trabajo” fue herido de gravedad y llevado por algunos cómplices en busca de ayuda, quedando en manos de la mujer que volvió a gozar de un poco de fama por sus conocimientos luego de dedicarse a ayudar en forma discreta a la salud de algunos mercenarios a cambio de dinero para poder seguir solventando los gastos de su familia. Poco a poco una relación surgió y luego de un tiempo nació Ivannia, que fue criada entre las amistades de su padre quien paulatinamente fue retirándose de su oficio teniendo en mente el criar a su hija en un mejor ambiente, dejando finalmente Tyriel y viajando hacía Myr, donde adquiriría una pequeña casa en la costa.

En una nueva región fue sencillo el llevar una vida pacífica durante un tiempo, e Ivannia fue aprendiendo de su madre los usos de las plantas y de su padre (a escondidas de la primera) pudo ejercitarse físicamente, entrenar con armas (sobre todo espada) y aprendiendo a pelear como mercenaria. Gracias a su madre se enseñaría a escribir, de modales y recato, aunque esto último poco se interesara en practicar al preferir la aventura y la diversión con la que soñaba al escuchar los relatos de su padre, de quien recibiría su primer corcel que prestando poca atención a los reclamos de su pareja le enseñaría a montar a su hija desde edades muy tempranas y a nadar por vivir en la cercanías del mar.

En Myr la joven tuvo una vida tranquila, aprendiendo por su cercanía con el bosque de los dioses empíricamente todo lo que su madre le decía de las plantas, y sin embargo jamás llegaría a equiparar sus conocimientos a los de su progenitora por parecer más interesada en adquirir destrezas de supervivencia durante los paseos, que cesaron solo hace un par de años atrás cuando por poco pierde la vida al aventurarse en el bosque sangriento, obteniendo por ello una dura reprimenda por parte de su padre. La escasa aventura propia dejó en ella una cicatriz de 10 cm sobre su brazo izquierdo y una tremenda añoranza por qué tal episodio solo fuese el preámbulo de una historia tan llena de emociones como la tuviese su padre en años mozos, o por lo menos similar a la historia de alguna de las amistades del ex mercenario que había dejado Tyriel.

Determinada la fémina dejó su hogar para realizar sola un largo viaje, dejando solo una nota a sus padres en donde les decía que estaba dispuesta a escribir su propia vida con tinta de emoción, y quizá, hasta el encontrar a de nuevo a alguno de esos hombres que dejando a lado su rudeza le sirvieron como enseñanza en algunas alegres reuniones para comprender juegos de azar, de los cuales luego modificaría con astucia para sacar mejor partido. La joven pidió a un tipo dedicado a transportar en carretas algunas artesanías que le llevase en su travesía durante un tiempo, luego de ganarle una apuesta en la que pondría en juego las armas de su padre que hoy constituyen parte de su equipo de viaje. Luego de su llegada a Tyriel pudo encontrar con alegría a solo uno de los antiguos colegas de su padre, con quien se asoció (luego de probarla fisicamente en un enfrentamiento físico), pagandole hospedaje con ayuda para una misión en la cual recibió un poco de dinero, que gastó en gran parte para adquirir un caballo y actualmente recorre los caminos en busca de trabajo como mercenaria.


… (Aqui solo falta la forma en la que conocí al pj de Nair y como tmb le enseñó a pelear =/ )