Canto Primero

La ira de Dael nubló si juicio y sin medir las consecuancias se avalanzó con ira sobre aquel acto de vergueza pública. Dael tomó el cuchillo y se lo enterró con fiereza en el cuello del hombre. Este, sorprendido, cayó en shock y presa del pánico, mientras se desangraba. Su sangre salpicó a Dael por toda la ropa y el compañero de aquel hombre se asustó muchisimo. La gente gritaba. El golpe del hombre fue seco, directo al suelo y ya en este, aquel tipo se encontraba sin vida, con los ojos muy abiertos. Su compañero, asustado por la savajidad del ataque, gritó y al retroceder, tropezó con el carromato, cayendo, levantándose rápidamente y salió corriendo. Al final, la maniobra marcial no fue necesaria.

-ASESINO!!! BASTARDO ASESINO!!! DIOS MIO!!!.- Gritaba la gente. Le lanzaban todo tipo de insultos pero nadie hacía nada, nadie se atrevía a moverse más de un paso. De pronto la gente comenzó a alejarse, dejando pasar a lo que parecían ser los guardias.

-MOVEOS DEL CAMINO!!! ARRESTADLE!!!!.- Gritaban los hombre empujando al tumulto ruidoso. Dael era muy fácil de reconocer, debido a su cabello rojizo poco común y que estaba cubierto en sangre. Los guardais desenfundaron sus espadas al verlo y no tenían intención de arrestarlo por las buenas. AHora era un asesino a sangre fría, vil y sin razón. Podía pelear... o podía huir.

La hoja se clavo de forma siniestra en el cuello del hombre el cual ni siquiera reaccionó ante el estímulo dado. La Patada no fue necesaria. El hombre se sorprendió, se había creído superior a Dael, error que le costaba la vida en este momento. Descanza en paz, perro, Alcanzó a decir el pelirrojo antes de caer en la cuenta de que estaba muerto, tumbado en el piso y chorreando sangre. La cual le había salpicado en su rostro, ropa y cabello. Solo se limpió el rostro.

Sin pensarlo un solo segundo se dio un giro sobre si y se alejo del lugar con toda la rapidez que sus piernas le permitían. La maldita gente había hablado. Por supuesto, le gustaba ver gente humillada en las calles, siendo golpeada e insultada. Pero cuando estos hombres toman venganza por lo ocurrido. Lloran y gritan, pidiendo a sus tan adorados guardias para que les salven. Pensó. Pero no aminoraría la marcha. En su carrera encontraría a gente bloqueando el paso. Por eso llevaría el cuchillo ensangrentado frente de sí para abrirse el pasó rápidamente. Si aún así no se movían, pues bien, las empujaría o las cortaría con el arma con la había cobrado una vida hace un instante.

No se arrepentía. Así es la vida en las calles. Si insultas a alguien, debes esperar respuesta y esta no tiene por que ser proporcionada. Un golpe se paga con sangre. La humillación también. El mercenario se atrevió a cruzar ambos límites y por eso su destino se firmó muy pronto.

Dale corría entonces por las calles evitando a la gente, empujándola. Pensó muchas veces tener que usar las tiendas para alentar la marcha de los guardias. Tenía que buscar en los callejones, usarlos como laberinto. Despistar a los guardias, si era necesario matar a uno que otro que se acercara demasiado. Había hecho esa rutina repetidas veces. Y algunas había fallado. Esperaba que esta no fuera la ocasión. Si encontraba un callejón sin salida pues usaría sus habilidades para escalar si el terreno lo permitía.Todo o nada, se repetía el mercenario, !!!TODO O NADA¡¡¡

Va tirada atletismo (45) 100 caras

El miembro 'Dael Sahaloom' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados

'Dado de cien caras ' : 78

tirada de suerte de 1o caras

El miembro 'Dael Sahaloom' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados

'Dado de diez caras ' : 9

El mercenario muerto llamó la anteción de la gente, que despreció a Dael en un instante. El pelirrojo mercenario se puso a correr en la primera dirección que vió, sin preocuparse de adonde llegaria. Dejó la cuchilla enterrada en el cuello de aquel hombre. Intentado usar como laberinto los calejones, Dael logró perder a los guardias, pero estos le reencontraron al poco tiempo. Siguió corriendo y corriendo, hasta que, sin pensar, dobló en una esquina y se encontró asi mismo en un callejón sin salida. Los guardias y algo de gente valiente rápidamente lo acorralaron en el lugar.

Intentando usar sus habilidades, intentó escalar el muro por unas grietas que tenía, pero para rematar la faena, resbaló y cayó, golpeandose la nuca y quedando mareado. Todo se volvió oscuro. Despertó unos segundos después, rodeado de tomates y basura y con cinco guardias con sus espadas apuntando a su cuello. Lasp iedras volaban en dirección a él y una le golpeó en el ojo izquierdo, dejándolo sumamente adolorido. Era asesinato, en público. Tenía a todo el pueblo como testigo de su acto criminal. Estaba completamente perdido. Dael fue juzgado rápidamente en la corte de la ciudad, obvimente, siendo declarado culpable de asesinato. Fue despojado de toda poseción y dinero y llevado a la cárcel.

La cárcel de la Gran Villa era enorme, con muchas celdas y un amplio patio. Dael estaba en una de ellas. Ya era de noche. En la celda, ya tenía el ojo completamente morado e inchado. Entre la oscuridad se escucharon un par de pasos... el anciano hombre volvió.

-Sabes lo que has hecho maldito bruto ignorante?...- Dijo con tono rabioso. No elevó la voz, pero la ira se notaba en su voz. Sus ojos destelaban como un fuego ardiente, como los de un asesino que quiere estrangular a su presa en ese instante. El hombre se cercó a la celda.

-Usaste el cuchillo en el cuello de alguien inocente... todo mi plan se ha ido al carajo!!! TODO POR TU CULPA!!! EL PUEBLO ENTERO HA VISTO MI CUCHILLO!! Si te vuelvo a ver en la Gran Villa, juro ante Aenor y El Oscuro, que te mataré de la manera más dolorosa imaginable.- Dijo el hombre, obviamente furioso. Se acercó y con tono misterioso y furioso dijo a los guardias que estaban junto a él.

-Saquen a este imbécil de mi vista... Dejenlo morir en los bosques.- El hombre se puso la capucha y se fue. Los guardias sacaron a Dael por la fuerza de la prisión.

Despojado de todo, Dael fue amordazado, vendado y atado, para ser metido en un carruaje. Fueron largas horas de viaje. Sus guardias se reían de él, le humillaban. No le dieron de comer nada y cuando le dejaron beber, descubrió el cálido y salado sabor de la orina, que apenas la bebió, los hombres rieron estrepitosamente. La puerta del carruaje se abrió y Dael fue lanzado fuera. Atado, amordazado y vendado en los ojos, sentía el olor de los árboles. Estaba en los bosques al sur de la Gran Villa. El bosque antiguo. Hogar de los asaltantes bárbaros y criaturas cazadoras de hombres. O al menos eso sería lo primero en venir a la cabeza. Los guardias también bajaron y antes de irse, y le patearon varias veces, la cara y el estómago. Luego, el carruaje se fue...

Estaba solo. Completamente solo. Sin hogar, dinero ni un arma. Debía esperar un milagro... Ahora solo tenía los arapos con los que estaba vestido y sus manos frente a él, atadas, esperando hacer algo.

Experiencia

-Hulk (Inteligencia): 25 + 5 = 30 (Habilidad que contribuye a que el personaje se enoje con cualquier mierda que le hagan y tome venganza con proporciones 10 veces mayores)

-Atletismo (Fuerza): 35 + 13 = 48
-Combate con armas de filo (Destreza): 40 + 7 = 47

Pérdida de todo el equipo (incluso ropa, ahora vistes arapos).