Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
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Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Noche. El firmamento de estrellas se alzaba en lo alto iluminando aquel embarcadero, eran pocos los lugareños de la villa que rondaban por esos lares. Mas había marinos, gran cantidad de estos desembarcando grandes cajas de quizás que cosas. Muelles, tablas de madera en sucesión, que se encontraban en plena putrefacción por acción de las aguas, daban la sensación de que aquel lugar fuese antiguo. Entre estos pedazos de madera en sucesión se encontraba un sujeto sentado, mirando en dirección al mar, su cabellera rubia no se podía distinguir debido a la oscuridad del momento. Sin embargo, sus ojos si. Esos orbes de color verde esmeralda relucían aún estando la penumbra en su máximo esplandor. El joven vestía una capa de color negro que lo cubría desde el cuello hasta los pies, hacía frío, y sus ropas de noble no lo protegerían de aquellas temperaturas.
¿Qué hacía aquel hombre ahí?... sencillo. En pocos minutos llegaría un barco con un tipo de mercancía que al joven de los ojos verdes, le interesaba... armas y libros. Había escuchado el joven Roux de que a cierta hora de la noche pasaba un barco y dentro de este habían gran cantidad de armas y libros destinados para repartirse en las tiendas alrededor de toda la villa. Claramente que él no venía a comprar, él venía para apropiarse de dos cosas en particular, un florete nuevo y cualquier libro de anatomía para matar el rato. El problema era encontrar esos objetos dentro de la gran cantidad de cajas que tendrá el barco cuando este llegue, sin mencionar también el posible descontento de los marinos y la probable resistencia que pudieran otorgar.
- Primero les pediré que me los den en honor al conocimiento, si se resisten les diré que Dios me otorgó el poder para poder quitarle esas cosas. Acto seguido si no ceden, tendré que sacar el florete y darles a todos un castigo... si, eso haré.... será divertido.- Dijo en voz baja y para si el joven Roux, soltando unas leves risas, ya que de verdad estaba emocionado. ¿Y quién no (teniendo la personalidad de él) tendría esa sensación de libertad y diversión si este había trazado en su mente más de mil movimientos que podría realizar en caso de combate contra marineros? ... más que nada, eso lo motivaba, ese anexo que no tenía nada que ver con las armas que pudiesen llegar o los libros, era la sensación de dulzura y sabor al combatir.
- Ya tendrá que llegar el barco... lo siento... - Pensó mientras chasqueaba sus dedos emitiendo un sonido agudo que se fue propagando en el aire para luego desaparecer con este.
¿Qué hacía aquel hombre ahí?... sencillo. En pocos minutos llegaría un barco con un tipo de mercancía que al joven de los ojos verdes, le interesaba... armas y libros. Había escuchado el joven Roux de que a cierta hora de la noche pasaba un barco y dentro de este habían gran cantidad de armas y libros destinados para repartirse en las tiendas alrededor de toda la villa. Claramente que él no venía a comprar, él venía para apropiarse de dos cosas en particular, un florete nuevo y cualquier libro de anatomía para matar el rato. El problema era encontrar esos objetos dentro de la gran cantidad de cajas que tendrá el barco cuando este llegue, sin mencionar también el posible descontento de los marinos y la probable resistencia que pudieran otorgar.
- Primero les pediré que me los den en honor al conocimiento, si se resisten les diré que Dios me otorgó el poder para poder quitarle esas cosas. Acto seguido si no ceden, tendré que sacar el florete y darles a todos un castigo... si, eso haré.... será divertido.- Dijo en voz baja y para si el joven Roux, soltando unas leves risas, ya que de verdad estaba emocionado. ¿Y quién no (teniendo la personalidad de él) tendría esa sensación de libertad y diversión si este había trazado en su mente más de mil movimientos que podría realizar en caso de combate contra marineros? ... más que nada, eso lo motivaba, ese anexo que no tenía nada que ver con las armas que pudiesen llegar o los libros, era la sensación de dulzura y sabor al combatir.
- Ya tendrá que llegar el barco... lo siento... - Pensó mientras chasqueaba sus dedos emitiendo un sonido agudo que se fue propagando en el aire para luego desaparecer con este.
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- Spoiler:
- OFF: Creo que te envié los mapas del foro a tu correo, si no es así avísame para que te los envíe otra vez porque la Gran Villa está en el interior y su puerto está en un río.
La noche cerrada sumía a todo el muelle en una profunda y densa oscuridad, el silencio reinaba casi imperturbable pues, a esas horas, era muy raro que alguien fuera al embarcadero. Los marineros estaban en los barrios de la Villa gastándose sus pagas en prostitutas y bebida y los navíos tenían sus puentes alzados, para evitar intrusiones, con algún que otro vigilante avizor para evitar a los comunes ladrones.
Algunos farolillos daban algo de luz al embarcadero solitario y, poco a poco, Sébastien fue vislumbrando una sombra que poco a poco fue cobrando la forma de una embarcación de tamaño medio. Era todo un mercante, de poco calado, y poseía dos grandes palos, su bandera delataba que venía de la gran ciudad de Myr.
La embarcación llegó hasta el embarcadero y, tras lanzar las jarcias, arrimaron el barco a las tablas del puerto para comenzar a tomar pie en la tierra. Habían llegado un par de hombres al embarcadero para ayudar a los tripulantes a unir el barco con el puerto.
Bajaron luego una escala para que los tripulantes pudieran descender y una voz, desde lo alto del navío, comenzó a gritar:
-Vamos muchachos, terminar de unir bien esas jarcias, vosotros dos bajad al embarcadero e informad ¡Arriad las velas!
Dicho esos dos marineros bajaron por la escala para llegar al embarcadero y comenzar a hablar con los hombres que había al pie de este y que habían ayudado a los tripulantes a amarrar el barco. En total serían unos cinco.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- Spoiler:
- Perdón, no me fijé en ese detalle, no volverá a ocurrir. jajaja.
Y por allá venía la famosa embarcación de la cual tanto se le había dicho a aquel chico. Sus ojos no pudieron disimular la emoción que sentía él por dentro. Mientras se acercaba el navío, su mente comenzó a trazar planes, sus neuronas, sin que este aún no supiera la existencia de estas, comenzaron a conectarse mandando señales convergentes y divergentes generando distintas señales que se codificaron en imágenes. Los orbes del joven Roux miraban a su al rededor, eran muchos barcos los presentes con sus respectivos guardianes, claro estaba, no se podía dejar solo esas embarcaciones, más si estas portaban objetos de valor económico. No debía parecer un ladrón cualquiera. El navío de interés había ya embarcado, y algunos sujetos se prestaban a ayudar para unir el barco con el pueblo.
Sebastién se levantó de donde estaba para permanecer erguido por un momento y fijarse bien en su alrededor. Eran 5 los sujetos quienes se encontraban más cerca del navío, los cuales podrían resultar un problema para el pelirubio si este entrara de la nada a robar aquella mercancía que tanto el añoraba... así que, no quedaba otra que valérsela por él mismo y su inteligencia desmesurada, o eso él creía. Caminó en dirección a los 5 sujetos que estaban cerca de la embarcación, a paso lento con aquella sonrisa burlesca que tanto le caracteriza, a la vez que fruncía el ceño.
- ¿Qué tal estimados amigos? La noche está preciosa... ¿no creeis? los astros, las aguas, es un ambiente bello y hermoso como para entablar con vosotros una conversación sin igual... ¿os gusta la buena charla y el ambiente amistoso?.- Decía Sebastién a aquellos marinos mientras movía su mano izquierda a la vez que hablaba a sus receptores animando más la conversación, debajo de la capa oscura se encontraba su mano derecha empuñando su florete en caso de combate inminente, sus oídos se encontraban atentos a cualquier ruido, a cualquier variación en las voces de sus "nuevos amigos", de sus posibles enemigos, quien sabe.
- ¿Qué llevais en el navío? ¿Esclavos? ¿Putas? Decidme por todos los dioses, soy curioso.- Se había largado a reír falsamente, era todo parte de su juego teatral absurdo pero con sentido.
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Los marineros estaban muy ocupados con sus tareas y casi ni se percataron de la presencia de Sébastien hasta que habló a unos pasos de distancia. Sus rostros delataron que no parecían estar muy dispuestos a entablar una conversación, a esas horas de la noche, con un desconocido porque, a decir verdad, nada bueno podía venir de alguien que se mostraba tan amable a esas horas y en mitad de un solitario embarcadero.
-Cansados del viaje compañero y aun nos queda mucha noche por delante... Si no os importa dejadnos trabajar tranquilos- dijo, con tono amable, uno de los marineros para que el desconocido los dejara tranquilos.
Las amarras estaban ya mas que atadas y el barco ya parecía totalmente unido al embarcadero y, fue entonces, cuando hicieron descender un pequeño puente de maderos para comenzar a subir y bajar. No parecía que por el momento fueran a descargar las mercancías pero acababan de llegar y por lo que Sébastien sabía el oficial del puerto llegaría en unos momentos para cobrar las tasas a la embarcación. Dichas tasas solían ser caras si el barco llegaba durante la noche y se pagaba por descargar mercancía, por diversos privilegios que todos los navíos disponían (en caso de incendio se apagaría también el fuego del barco pagador y aunque pagara o no se pagara se apagaría el fuego para que el embarcadero no ardiera por completo pero, obviamente, nunca venía de más cobrar).
Seguramente muchos marineros, aprovechando las horas libres que ahora tendrían, irían a una taberna cercana a gastarse sus pagas en alcohol y prostitutas.
-Cansados del viaje compañero y aun nos queda mucha noche por delante... Si no os importa dejadnos trabajar tranquilos- dijo, con tono amable, uno de los marineros para que el desconocido los dejara tranquilos.
Las amarras estaban ya mas que atadas y el barco ya parecía totalmente unido al embarcadero y, fue entonces, cuando hicieron descender un pequeño puente de maderos para comenzar a subir y bajar. No parecía que por el momento fueran a descargar las mercancías pero acababan de llegar y por lo que Sébastien sabía el oficial del puerto llegaría en unos momentos para cobrar las tasas a la embarcación. Dichas tasas solían ser caras si el barco llegaba durante la noche y se pagaba por descargar mercancía, por diversos privilegios que todos los navíos disponían (en caso de incendio se apagaría también el fuego del barco pagador y aunque pagara o no se pagara se apagaría el fuego para que el embarcadero no ardiera por completo pero, obviamente, nunca venía de más cobrar).
Seguramente muchos marineros, aprovechando las horas libres que ahora tendrían, irían a una taberna cercana a gastarse sus pagas en alcohol y prostitutas.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
La respuesta de uno de los presentes generó que Sebastién se impresionase un momento, jamás se le había pasado por su cabeza que uno de los marinos hubiese respondido de buena forma. Por ende, el joven Roux ideó un plan rápidamente pensando "jugadas" como si de juego de mesa se tratase para obtener aquello a lo que él venía, que no era mucho, pero si importante para él. Se limitó a sonreir ante la respuesta de aquel hombre para luego cerrar los ojos un momento y suspirar. Abrió los ojos lentamente y mirando a todos los presentes uno por uno dijo...
- Ya veo, perdonad mi intromisión, sin embargo el que yo me entrometa tiene su razón de ser, ocurre que yo estoy esperando una mercancía que vendría a ser mía ya que yo mediante una carta ordené que se me enviara ciertos objetos de no mucho valor pero si rico en conocimiento, como lo son unos libros de anatomía más un arma. Entonces... estaba pensando ¿no sería mejor que me entregaran aquellos objetos a mi que pasárselos a quien los distribuya? .- Terminó de decir esto con una leve sonrisa, claramente que este había mentido, nada de eso tenía pisca de verdad. Pronto vendría el oficial del puerto a cobrar las tasas de embarcación, lo que involucraría un rápido actuar, de lo contrario se vería en graves aprietos si este encontrara al joven Roux tomando mercancía la cual contaría como "carga para pagar".
- Si llegase tal sujeto aquí podría entablar una buena conversación con él, y convencerlo de que esta mercancía que pido ya ha sido pagada... sin embargo eso no es lo más probable que ocurra... todo dependerá de su personalidad. ¿Y si es un sujeto molesto? ¿Y estos marinos lo odian? Quizás me gane su simpatía si este ser odiado es asesinado por mi, y así, me darían aquello que yo estoy buscando... pero todo dependerá de lo que ocurra... si, debo esperar a tal sujeto. - Pensó el chico de los orbes verdes mientras seguía sonriéndoles a los marinos. Trataría él por todos los medios de quedarse ahí hasta que le diesen lo que él estaba esperando, o bien, hasta que apareciera el oficial del puerto y llevar a cabo su plan.
- Ya veo, perdonad mi intromisión, sin embargo el que yo me entrometa tiene su razón de ser, ocurre que yo estoy esperando una mercancía que vendría a ser mía ya que yo mediante una carta ordené que se me enviara ciertos objetos de no mucho valor pero si rico en conocimiento, como lo son unos libros de anatomía más un arma. Entonces... estaba pensando ¿no sería mejor que me entregaran aquellos objetos a mi que pasárselos a quien los distribuya? .- Terminó de decir esto con una leve sonrisa, claramente que este había mentido, nada de eso tenía pisca de verdad. Pronto vendría el oficial del puerto a cobrar las tasas de embarcación, lo que involucraría un rápido actuar, de lo contrario se vería en graves aprietos si este encontrara al joven Roux tomando mercancía la cual contaría como "carga para pagar".
- Si llegase tal sujeto aquí podría entablar una buena conversación con él, y convencerlo de que esta mercancía que pido ya ha sido pagada... sin embargo eso no es lo más probable que ocurra... todo dependerá de su personalidad. ¿Y si es un sujeto molesto? ¿Y estos marinos lo odian? Quizás me gane su simpatía si este ser odiado es asesinado por mi, y así, me darían aquello que yo estoy buscando... pero todo dependerá de lo que ocurra... si, debo esperar a tal sujeto. - Pensó el chico de los orbes verdes mientras seguía sonriéndoles a los marinos. Trataría él por todos los medios de quedarse ahí hasta que le diesen lo que él estaba esperando, o bien, hasta que apareciera el oficial del puerto y llevar a cabo su plan.
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Uno de los marineros, el que parecía ser el capataz de aquel grupo, paró unos instantes de dar órdenes a sus hombres para mirar de arriba a bajo a Sébastien y, sin mucho convencimiento, dijo:
-Bueno, decidme vuestro nombre e informaré al capitán pero es raro lo que decís... No he sido informado - aquel hombre no estaba muy predispuesto a que Sébastien tomara lo que consideraba suyo por lo que debía pensar que estaba mintiendo. Lo cual no era tampoco nada raro pues por mucha cortesía que mostrara Sébastien no era más que un desconocido que, en plena noche, pedía llevarse unos artículos que aun no habían pasado por el control del puerto.
Los demás marineros seguían con sus tareas, algunos bajaban algunas cajas vacías (o cerradas) mediante poleas, y otros arriaban las velas o anudaban bien los aparejos. Estaban ya ultimando sus trabajos y ya había unos ocho hombres en el embarcadero haciendo diferentes tareas, todos cansados y deseando poder librar del trabajo para ir a disfrutar de la vida o a divertirse.
La intromisión de Sebastien era, en general, ignorada salvo por ese capataz aunque no sería bien recibida si se convertía en una molestia que impidiera a un marinero marcharse.
-Bueno, decidme vuestro nombre e informaré al capitán pero es raro lo que decís... No he sido informado - aquel hombre no estaba muy predispuesto a que Sébastien tomara lo que consideraba suyo por lo que debía pensar que estaba mintiendo. Lo cual no era tampoco nada raro pues por mucha cortesía que mostrara Sébastien no era más que un desconocido que, en plena noche, pedía llevarse unos artículos que aun no habían pasado por el control del puerto.
Los demás marineros seguían con sus tareas, algunos bajaban algunas cajas vacías (o cerradas) mediante poleas, y otros arriaban las velas o anudaban bien los aparejos. Estaban ya ultimando sus trabajos y ya había unos ocho hombres en el embarcadero haciendo diferentes tareas, todos cansados y deseando poder librar del trabajo para ir a disfrutar de la vida o a divertirse.
La intromisión de Sebastien era, en general, ignorada salvo por ese capataz aunque no sería bien recibida si se convertía en una molestia que impidiera a un marinero marcharse.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- Pues si quereis mi nombre, se lo daré. Me llamo Sébastien Roux, nunca lo olvide. Quizás la razón de porque no le dijeron es que no resulta de mucha importancia que un ser tan común como yo venga sólo por unos simples libros de medicina y un florete. ¿No cree usted?- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja. El joven observó como desembarcaban algunas cajas con dudosa mercancía, en cualquiera de estas se podría encontrar lo que él había venido a buscar. Sébastien había notado en la voz del marinero un toque de desconfianza, y ¿quién no? estando a esas horas de la noche cualquiera se volvía en un peligro potencial, y el joven Roux se consideraba uno de esos peligros. Fue en ese momento cuando una idea se le pasó por la cabeza....
- Tengo entendido que luego de esto viene un oficial a cobrar dinero por lo que están haciendo ¿no? ... y mientras menos mercancía tengan tendrán que pagar menos... avísele al capitán que tenga, que si me entregan lo que estoy esperando de hace mucho, las tasas que se les cobrarán serán menores... y tendrán más monedas de oro, plata o cobre para gastárselas en ... no sé... ¿prostitutas? ¿brebajes? ¿ropa?... qué se yo... a lo que voy, si demoramos menos en esto quizás este tal oficial no alcanze a llegar y tendrán más dinero recaudado ¿qué opinas?.- Dijo finalmente al marinero que se encontraba arriba del barco con un tono que demostraba ser un hombre que hablaba con total verdad.
De todos modos, si aquel señor se negaba a tal petición, el joven Roux usaría más su cerebro para mantenerlos ahí hasta que llegara tal oficial y generar el plan trazado en su mente. Podía también ocurrir que le pasaran lo pedido de inmediato y así evitarse riñas futuras con algunas personas. Todo podía pasar... y dependería del destino, de su inteligencia, de las circunstancias. Aún la mano derecha de Sébastien empuñaba el florete por debajo de la manta negra por si acaso ocurría un suceso no tan agradable. Sin embargo... cualquier cosa que ocurriese sería benéfico para el pelirubio, cualquier cosa... le sería entretenido.
- Tengo entendido que luego de esto viene un oficial a cobrar dinero por lo que están haciendo ¿no? ... y mientras menos mercancía tengan tendrán que pagar menos... avísele al capitán que tenga, que si me entregan lo que estoy esperando de hace mucho, las tasas que se les cobrarán serán menores... y tendrán más monedas de oro, plata o cobre para gastárselas en ... no sé... ¿prostitutas? ¿brebajes? ¿ropa?... qué se yo... a lo que voy, si demoramos menos en esto quizás este tal oficial no alcanze a llegar y tendrán más dinero recaudado ¿qué opinas?.- Dijo finalmente al marinero que se encontraba arriba del barco con un tono que demostraba ser un hombre que hablaba con total verdad.
De todos modos, si aquel señor se negaba a tal petición, el joven Roux usaría más su cerebro para mantenerlos ahí hasta que llegara tal oficial y generar el plan trazado en su mente. Podía también ocurrir que le pasaran lo pedido de inmediato y así evitarse riñas futuras con algunas personas. Todo podía pasar... y dependería del destino, de su inteligencia, de las circunstancias. Aún la mano derecha de Sébastien empuñaba el florete por debajo de la manta negra por si acaso ocurría un suceso no tan agradable. Sin embargo... cualquier cosa que ocurriese sería benéfico para el pelirubio, cualquier cosa... le sería entretenido.
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
El capataz se quedó pensando al escuchar la proposición de Sébastien, sin duda el hecho de poder ahorrarse unas monedas para poder gastarlas en alcohol y prostitutas le agradaba enormemente pero aunque poco a poco se ganaba su confianza aun tenía serias dudas con respecto a ese plan.
-Pagad el costo de lo que buscáis y os evitareis las tasas portuarias, os saldrá mucho más barato que ir al propio mercado a comprarlo...- aquel hombre tenía gran razón pues a precio de mercado normal aquellos productos podían llegar a duplicar y, en algunos casos, triplicar su precio ya que un libro no era un artículo nada barato en aquellos lugares y un arma, de buen acero, tampoco aunque un florete podría ser considerado exótico en aquellas tierras y ello aumentaba más aun su precio- vos decidís.
No quedaba mucho para que el oficial del puerto llegara a cobrar las tasas, si Sébastien optaba por pagar aquellos productos tendría que hacerlo ahora o arriesgarse a montar una escena en mitad del embarcado aunque siempre podría marcharse de aquel lugar para probar fortuna en otro lugar.
-Pagad el costo de lo que buscáis y os evitareis las tasas portuarias, os saldrá mucho más barato que ir al propio mercado a comprarlo...- aquel hombre tenía gran razón pues a precio de mercado normal aquellos productos podían llegar a duplicar y, en algunos casos, triplicar su precio ya que un libro no era un artículo nada barato en aquellos lugares y un arma, de buen acero, tampoco aunque un florete podría ser considerado exótico en aquellas tierras y ello aumentaba más aun su precio- vos decidís.
No quedaba mucho para que el oficial del puerto llegara a cobrar las tasas, si Sébastien optaba por pagar aquellos productos tendría que hacerlo ahora o arriesgarse a montar una escena en mitad del embarcado aunque siempre podría marcharse de aquel lugar para probar fortuna en otro lugar.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- ¿Pagar?... es extraño que lo digais, porque todas estas cosas ya las he pagado de antemano a quien las reparte... pero dado el caso podemos llegar a un acuerdo...- Dijo mientras se acercaba lentamente hacia el puente del barco esperando que el marinero se acercara también para efectuar el trato estipulado, los orbes del pelirubio comenzaron a dar un cierto brillo... otra idea cruzó el cerebro de Sébastien, ese cerebro que todos pensarían que estaba muy deteroriado... sin embargo la realidad era otra...
- Decidme el precio de estos artefactos, pero.. antes de que me los digais...- Desenvainó lentamente su florete, sin hacer ruido, mostrándolo por debajo de la manta de modo que sólo lo viera el marinero, el rostro del joven Roux llegó a brillar de emoción.- ¿Cuanto bajaría el precio si es que yo llegase a matar al oficial? Piénselo... sin tal sujeto no le tendría que pagar las tasas a nadie... y cuando comienzen a buscar su cuerpo sería demasiado tarde, lo colocaremos en medio de una plaza, o detras de un edificio... nadie pensaría que fue usted sino que un asesino cualquiera que deambulaba por estos lados... ¿qué opinais? .- Empezó a reirse para si, la idea le resultaba muy tentadora, y esperaba con ansias la respuesta de aquel marinero..
- Decidme el precio de estos artefactos, pero.. antes de que me los digais...- Desenvainó lentamente su florete, sin hacer ruido, mostrándolo por debajo de la manta de modo que sólo lo viera el marinero, el rostro del joven Roux llegó a brillar de emoción.- ¿Cuanto bajaría el precio si es que yo llegase a matar al oficial? Piénselo... sin tal sujeto no le tendría que pagar las tasas a nadie... y cuando comienzen a buscar su cuerpo sería demasiado tarde, lo colocaremos en medio de una plaza, o detras de un edificio... nadie pensaría que fue usted sino que un asesino cualquiera que deambulaba por estos lados... ¿qué opinais? .- Empezó a reirse para si, la idea le resultaba muy tentadora, y esperaba con ansias la respuesta de aquel marinero..
Última edición por Sébastien Roux el Miér Mayo 23, 2012 2:25 pm, editado 1 vez (Razón : Color)
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
El capataz de aquel barco cambió la expresión de su rostro al escuchar la proposición de Sébastien, la idea de matar a el oficial del puerto no pareció gustarle en absoluto y al ver el florete de aquel muchacho se sintió amenazado y, dando unos pasos hacia atrás para alejarse de él, le respondió diciendo con cierto nerviosismo:
-Debo pediros que os machéis... No queremos problemas aquí... -aquellas palabras hicieron que algunos de los marineros presentes arquearan alguna ceja pero ninguno, por el momento, se entrometió en la conversación y había muchos mas que ni se habían enterado de aquella situación.
Podrían ser unos cinco o seis allí abajo, mas toda la tripulación que seguía trabajando en el interior del barco, aunque de vez en cuando bajaba alguno más al embarcadero. No parecían estar armados con armas blancas largas como espadas bastardas o mandobles pero no sería raro que alguno ocultara navajas, cuchillos y demás objetos cortantes y punzantes.
-Debo pediros que os machéis... No queremos problemas aquí... -aquellas palabras hicieron que algunos de los marineros presentes arquearan alguna ceja pero ninguno, por el momento, se entrometió en la conversación y había muchos mas que ni se habían enterado de aquella situación.
Podrían ser unos cinco o seis allí abajo, mas toda la tripulación que seguía trabajando en el interior del barco, aunque de vez en cuando bajaba alguno más al embarcadero. No parecían estar armados con armas blancas largas como espadas bastardas o mandobles pero no sería raro que alguno ocultara navajas, cuchillos y demás objetos cortantes y punzantes.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Había asustado a su receptor... era de esperar, y Sébastien lo sabía muy bien. La voz de nerviosismo por parte del marinero generó una sonrisa por parte del pelirubio. La cara de aquel marinero, de miedo, le recordaba mucho tiempo atrás, cuando éste había dado muerte al asesino de sus padres. Fue cuando sus ojos comenzaron a analizar el lugar donde se encontraban y miraron a las personas presentes. Eran como 5 incluyendo aquel marinero... fue ahí cuando otra de las ideas locas del joven Roux salieron a la luz.
- Pues bien, caballeros presentes, como ya sabrán, no me puedo ir sin lo que es mío desde siempre, ya que aquellas cosas que quiero ya estaban pagadas, debo tomar esto como un robo, sin embargo no caeré en la vulgaridad ni en las maldiciones...- Diciendo esto con la mano que no portaba el florete tomó la manta negra y la tiró hacia los aires dando a conocer sus vestimentas de noble mientras movía su florete de manera circular. El movimiento de su florete generaba un sonido, el sonido de algo afilado cortando el aire. Sébastien saltaba desde su lugar como si estuviera calentando... se estaba emocionando.
- Vamos a danzar un poco... todos juntos.- Saltó hacia atrás de modo que quedara al medio de los 5 u 6 marinos. Sus oídos estaban alertas a cualquier sonido de aproximación y sus ojos iban de lado a lado esperando a que aquellos sujetos se moviesen. Si bien el joven Roux no tenía suficiente fuerza, tenía la habilidad con su florete y la sutileza para saber donde golpear, más su agilidad que le permitía esquivar con facilidad.
- ¿Quién desea danzar primero conmigo? Si no empiezan ustedes, seré yo quien de... el primer paso de baile..-Exclamó mientras seguía saltando en su posición en guardia...
- Pues bien, caballeros presentes, como ya sabrán, no me puedo ir sin lo que es mío desde siempre, ya que aquellas cosas que quiero ya estaban pagadas, debo tomar esto como un robo, sin embargo no caeré en la vulgaridad ni en las maldiciones...- Diciendo esto con la mano que no portaba el florete tomó la manta negra y la tiró hacia los aires dando a conocer sus vestimentas de noble mientras movía su florete de manera circular. El movimiento de su florete generaba un sonido, el sonido de algo afilado cortando el aire. Sébastien saltaba desde su lugar como si estuviera calentando... se estaba emocionando.
- Vamos a danzar un poco... todos juntos.- Saltó hacia atrás de modo que quedara al medio de los 5 u 6 marinos. Sus oídos estaban alertas a cualquier sonido de aproximación y sus ojos iban de lado a lado esperando a que aquellos sujetos se moviesen. Si bien el joven Roux no tenía suficiente fuerza, tenía la habilidad con su florete y la sutileza para saber donde golpear, más su agilidad que le permitía esquivar con facilidad.
- ¿Quién desea danzar primero conmigo? Si no empiezan ustedes, seré yo quien de... el primer paso de baile..-Exclamó mientras seguía saltando en su posición en guardia...
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
El capataz de aquel navío se armó de algo de valor para, mostrando aun su temor, alzar la voz y gritar a todo pulmón:
-¡Matadlo! ¡Apresadlo! - esto hizo que todos los marineros del barco se alertaran y, aunque Sebástien se había situado entre los cinco marinos del embarcadero y del capataz, no tardarían en llegar para reforzar a sus amigos.
Los marineros del embarcadero, al escuchar las palabras de Sebástien, sacaron de sus ropas cuchillos, navajas, puñales y demás objetos punzantes que no tenían el largo de la hoja del florete de Sébastien. El capataz, por su parte, se echó para atrás un par de pasos para evitar el conflicto mientras que sus subordinados, marineros que en mas de una ocasión habían luchado contra piratas y bandidos para evitar el pillaje de sus mercancías, se enfrentarían a la amenaza.
Los cinco, sin mucha cohesión, se lanzaron para apuñalar al joven con sus armas blancas, algunos irían a atravesar su estómago, otros a su espalda, otro a sus riñones, costados, etc. Si alguno veía que le atacaban con el florete probablemente intentaría parar el ataque con su puñal pero si no seguirían con sus movimientos.
El que estaba al frente de Sébastien, al menos, intentaría atravesar el estómago de este y para derramar después los intestinos del noble con un clásico movimiento de cuchillo de los barrios bajos. Desgarrando la piel como si fuera un cochillo.
-¡Matadlo! ¡Apresadlo! - esto hizo que todos los marineros del barco se alertaran y, aunque Sebástien se había situado entre los cinco marinos del embarcadero y del capataz, no tardarían en llegar para reforzar a sus amigos.
Los marineros del embarcadero, al escuchar las palabras de Sebástien, sacaron de sus ropas cuchillos, navajas, puñales y demás objetos punzantes que no tenían el largo de la hoja del florete de Sébastien. El capataz, por su parte, se echó para atrás un par de pasos para evitar el conflicto mientras que sus subordinados, marineros que en mas de una ocasión habían luchado contra piratas y bandidos para evitar el pillaje de sus mercancías, se enfrentarían a la amenaza.
Los cinco, sin mucha cohesión, se lanzaron para apuñalar al joven con sus armas blancas, algunos irían a atravesar su estómago, otros a su espalda, otro a sus riñones, costados, etc. Si alguno veía que le atacaban con el florete probablemente intentaría parar el ataque con su puñal pero si no seguirían con sus movimientos.
El que estaba al frente de Sébastien, al menos, intentaría atravesar el estómago de este y para derramar después los intestinos del noble con un clásico movimiento de cuchillo de los barrios bajos. Desgarrando la piel como si fuera un cochillo.
- Spoiler:
- OFF: Tira un dado de 100. A menor sea el resultado, mejor, es una simple tirada para percibir lo que te rodea. En base a tu resultado te diré lo que ves en el próximo post, tu por otro lado postea con normalidad.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Había dado aquel marinero la orden de atacar. Esas palabras alertaron al Erudito loco cuerdo. Los pasos por detrás que se avecinaban, marineros por delante que iban en dirección a él.... era un combate que quizás saldría mal... quizás él moriría en ese momento, y a lo mejor su existencia sería en vano... fue justo en esos pensamientos triviales cuando una sonrisa emergió de nuevo en su rostro. La Sinapsis cerebral del joven Roux se aceleró... ideas iban y venían en cuestión de pocos segundos...
- ¿Matarme y apresarme? ¿Pueden apresarme estando muerto?... vaya paradoja... pues que más da, que comienze el baile.- Seguía moviendose como antes, esperó unos segundos hasta que todos estuviesen cerca del largo de su florete, y fue ahí cuando colocó su pie derecho al lado del izquierdo entrecruzando sus piernas y en un girar de caderas, el joven Roux giró en 360°. Mientras hacía esto movía circularmente su florete de tal modo que la parte más afilada de esta, o sea, la punta, rasgara puntos tan expuestos, tan simples pero complejos, los músculos encontrados en las muñecas, los tendones. Los cortes iban a las manos que portaban las dagas. Aquellos tendones, si fuesen cortados, implicaría la inmovilización de la mano y un dolor intenso. Independiente del resultado de esto, al terminar de dar la vuelta, el pelirubio advirtió al marino que iba frente suyo. Aprovechó el impulso para dar un leve salto con la pierna izquierda y con la derecha golpeó desde abajo la mano con la que portaba el marino el arma blanca con la inteción de tirarla lejos. Si esto funcionara, aprovecharía el salto para cortar de arriba hacia abajo su plexo, un corte suave, superficial pero doloroso para su sistema nervioso.
- Si los tendones son dañados, implicará una inmovilización del músculo, no podrán atacar con esas manos, el dolor será fuerte, y un derramamiento poco de sangre... mis años de estudio dan frutos...- Pensó en voz alta mientras seguía saltando en la posición, girando el florete, esperando a que vinieran a atacarlo, a seguir danzando...
- ¿Matarme y apresarme? ¿Pueden apresarme estando muerto?... vaya paradoja... pues que más da, que comienze el baile.- Seguía moviendose como antes, esperó unos segundos hasta que todos estuviesen cerca del largo de su florete, y fue ahí cuando colocó su pie derecho al lado del izquierdo entrecruzando sus piernas y en un girar de caderas, el joven Roux giró en 360°. Mientras hacía esto movía circularmente su florete de tal modo que la parte más afilada de esta, o sea, la punta, rasgara puntos tan expuestos, tan simples pero complejos, los músculos encontrados en las muñecas, los tendones. Los cortes iban a las manos que portaban las dagas. Aquellos tendones, si fuesen cortados, implicaría la inmovilización de la mano y un dolor intenso. Independiente del resultado de esto, al terminar de dar la vuelta, el pelirubio advirtió al marino que iba frente suyo. Aprovechó el impulso para dar un leve salto con la pierna izquierda y con la derecha golpeó desde abajo la mano con la que portaba el marino el arma blanca con la inteción de tirarla lejos. Si esto funcionara, aprovecharía el salto para cortar de arriba hacia abajo su plexo, un corte suave, superficial pero doloroso para su sistema nervioso.
- Si los tendones son dañados, implicará una inmovilización del músculo, no podrán atacar con esas manos, el dolor será fuerte, y un derramamiento poco de sangre... mis años de estudio dan frutos...- Pensó en voz alta mientras seguía saltando en la posición, girando el florete, esperando a que vinieran a atacarlo, a seguir danzando...
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
El miembro 'Sébastien Roux' ha efectuado la acción siguiente: Tirarda de Dados
'Dado de cien caras ' : 18
'Dado de cien caras ' : 18
Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- Spoiler:
- OFF: Tienes suerte con los dados.. xDD
El tiempo se había parado para el estudioso de la medicina de dudable estabilidad mental. Ahora cada segundo pasaba lentamente y en cada instante montones de pensamientos, ideas y planes pasaban por la compleja mente del espadachín. A su alrededor noto que no estaba solo pues en lo alto de la embarcación la tripulación, compuesta por varias decenas de hombres, se armaban rápidamente como podían y, algunos, tomaban arcos y flechas para disparar al osado ladrón.
Pero mientras tanto tenía que luchar contra los marineros que tenía delante, su gran esquiva y su habilidad con el florete le sirvieron para evitar la muerte en mas de una ocasión aunque no pudo evitar un tajo en su espalda.
La herida, que no era mortal pero tampoco superficial, sesgó su piel y su músculo a la altura de su columna, en la mitad de la espalda, en un corte que iba de la derecha a la izquierda del erudito y que tendría unos dos palmos de largo.
Sangraba aunque aun no era consciente del auténtico dolo de la herida pues, en plena acción, uno no es realmente consecuente con el daño que ha sufrido...
Aun así logró parar un tajo con su florete, esquivar una puñalada y cortó como se propuso los tendones de uno de los marineros, inmovilizando su mano y haciendo que soltara el cuchillo por pura estupefacción.
Tras esto otro marinero le consiguió dar un tajo con su puñal largo en su costado, mientras giraba, causando una herida leve entre sus costillas siniestras. La herida no había dañado ningún órgano ni parecía mortal, incluso podía moverse a pesar del dolor pero sangraba.
Aquello no podría pararlo y aunque lo hiciera no podía permitirse fallar en mitad de aquellos malnacidos por lo que dio una patada con su pierna derecha al arma del marino que tenía delante y, con el impulso ganado con su giro, hizo un tajo contra el pecho de aquel hombre que, aunque no era mortal, si era lo suficiente grave como para hacerlo retroceder unos pasos y aullar así de dolor.
Seguía estando ahora contra tres oponentes aunque, en lo alto de la embarcación, dos marineros habían tomado los arcos y unos tres mas empezaban a bajar por el puente para asistir a sus amigos con sables. El capataz, falto de valor, se había retirado unos pasos y observaba, desde la calle más cercana (fuera del embarcadero), la situación y miraba constantemente a su alrededor para ver si aparecía el oficial del navío.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Había logrado casi su cometido. Dos de cinco oponentes habían sido en teoría derrotados pero no sacados del combate, y eso el pelirubio lo tenía bien claro. Sentía como su sangre corría lentamente hacia abajo hasta caer al suelo en forma de pequeñas gotas de la misma. La adrenalina ayudó mucho, puesto que gracias a ella no sintió dolor alguno mas si sintió el calor de su sangre... sabía que estaba herido, sabía que había sido interceptado dos veces por culpa de aquellas dagas, pero tenía en cuenta una cosa, si paraba, su muerte sería temprana, y el joven Roux no tenía ganas de morir hoy... ni cercano a esa fecha. Notó que en la embarcación habían marinos que sacaron sus arcos y flechas... malas noticias claramente. Tenía tres opciones, seguir luchando hasta no dar más, escapar de ahí sin nada en las manos... o la última opción....
- Es eso o muero... mi vida está en juego... un juego totalmente divertido, jajaja.- Se había propuesto algo... sobrevivir y obtener lo deseado, pero primero debía quitarse a tres marineros de encima... y no sería necesario derrotar a los tres. En un movimiento veloz, tomó una daga del suelo, del marino al que había cortado el tendón de su mano, giró en el suelo rodando rápidamente, cerca del talón de uno de los marinos y efectuó un corte en ese tendón, lo que podría generar un dolor intenso y dejar que pasase el joven Roux, el cual luego de girar se dispondría a seguir al "marino jefe", en pocas palabras, salir del embarcadero. El plan ya estaba trazado, Sébastien se movería de forma irregular, en zig zag y a la vez al frente evitando posibles impactos de flecha y dagas lanzadas si eso llegase a ocurrir. Y así lo hizo, corrió a gran velocidad, con un florete en la mano derecha y la daga de un marino en la otra. Como no se encontraba tan lejos, aprovechó el impulso de la carrera y lanzó la daga en dirección al marino jefe.
¿Y cual era la idea de todo esto? Fácil. Si aquel marino poseía un arma, éste la ocuparía para protegerse de la daga, si no fuese así, él tendría que esquivar la daga de alguna manera, retrasando al marino de efectuar un escape rápido... y todo esto tenía su razón de ser si se sabía el fin último del Erudito... chantaje, ocuparía al marino como escudo, en fín, sería un rehén. Y la daga iba en dirección a aquel hombre, si llegase a funcionar, si es que la daga no fuese esquivada sería ideal, puesto que serían menos los esfuerzos por mantenerlo quieto... y la sonrisa de la cara del joven Roux no se borraba mientras corría en su dirección.
- Es eso o muero... mi vida está en juego... un juego totalmente divertido, jajaja.- Se había propuesto algo... sobrevivir y obtener lo deseado, pero primero debía quitarse a tres marineros de encima... y no sería necesario derrotar a los tres. En un movimiento veloz, tomó una daga del suelo, del marino al que había cortado el tendón de su mano, giró en el suelo rodando rápidamente, cerca del talón de uno de los marinos y efectuó un corte en ese tendón, lo que podría generar un dolor intenso y dejar que pasase el joven Roux, el cual luego de girar se dispondría a seguir al "marino jefe", en pocas palabras, salir del embarcadero. El plan ya estaba trazado, Sébastien se movería de forma irregular, en zig zag y a la vez al frente evitando posibles impactos de flecha y dagas lanzadas si eso llegase a ocurrir. Y así lo hizo, corrió a gran velocidad, con un florete en la mano derecha y la daga de un marino en la otra. Como no se encontraba tan lejos, aprovechó el impulso de la carrera y lanzó la daga en dirección al marino jefe.
¿Y cual era la idea de todo esto? Fácil. Si aquel marino poseía un arma, éste la ocuparía para protegerse de la daga, si no fuese así, él tendría que esquivar la daga de alguna manera, retrasando al marino de efectuar un escape rápido... y todo esto tenía su razón de ser si se sabía el fin último del Erudito... chantaje, ocuparía al marino como escudo, en fín, sería un rehén. Y la daga iba en dirección a aquel hombre, si llegase a funcionar, si es que la daga no fuese esquivada sería ideal, puesto que serían menos los esfuerzos por mantenerlo quieto... y la sonrisa de la cara del joven Roux no se borraba mientras corría en su dirección.
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
El movimiento que Sébastien quiso llevar a cabo era muy arriesgado pues para tomar la daga del suelo debía agacharse y al hacerlo quedaba en desventaja frente a múltiples enemigos que lo rodeaban. Obviamente, dada su velocidad y agilidad, pudo tomar la daga esquivando algún tajo, lo cual era ya digno de todo un acróbata, y hasta logró cortar el tendón de uno de los pies de los marinos que estaba luchando contra él, haciendo que este cayera al suelo en mitad de un montón de agónicos gritos.
Pero, cuando comenzaba a rodar para salir de aquella tempestad de tajos y puñaladas, recibió un corte profundo en el hombro derecho. El puñal atravesó de lado a lado sus músculos hasta clavarse en la clavícula del espadachín. El dolor era muy intenso y la sangre fluía profusamente con aquella herida y con el puñal clavado en su cuerpo no pudo terminar de rodar por el crujiente suelo del embarcadero.
Ahora, tendido en el suelo, el marinero que le había logrado clavar el puñal le dio una patada en el costado en que tenía la herida por lo que no pudo evitar lanzar un grito de dolor ante el golpe mientras aquel hombre gritaba:
-¡Bastardo!- dicho esto se echó para atrás y así dejar sitio a los tres marineros que habían bajado por el puente y que ahora tomaban puestos alrededor de Sebástien. Uno intentó pisar su mano para que soltara su florete y el resto, los otros tres, le golpeaban dando patadas para, literalmente, molerlo a palos.
Tenía pocas posibilidades de salir entero de aquella situación, aun tenía en sus manos el cuchillo pero le intentaban arrebatar el florete a base de patadas y el cuchillo que tenía clavado, así como las heridas, no ayudaban mucho a resolver aquella situación.
Pero, cuando comenzaba a rodar para salir de aquella tempestad de tajos y puñaladas, recibió un corte profundo en el hombro derecho. El puñal atravesó de lado a lado sus músculos hasta clavarse en la clavícula del espadachín. El dolor era muy intenso y la sangre fluía profusamente con aquella herida y con el puñal clavado en su cuerpo no pudo terminar de rodar por el crujiente suelo del embarcadero.
Ahora, tendido en el suelo, el marinero que le había logrado clavar el puñal le dio una patada en el costado en que tenía la herida por lo que no pudo evitar lanzar un grito de dolor ante el golpe mientras aquel hombre gritaba:
-¡Bastardo!- dicho esto se echó para atrás y así dejar sitio a los tres marineros que habían bajado por el puente y que ahora tomaban puestos alrededor de Sebástien. Uno intentó pisar su mano para que soltara su florete y el resto, los otros tres, le golpeaban dando patadas para, literalmente, molerlo a palos.
Tenía pocas posibilidades de salir entero de aquella situación, aun tenía en sus manos el cuchillo pero le intentaban arrebatar el florete a base de patadas y el cuchillo que tenía clavado, así como las heridas, no ayudaban mucho a resolver aquella situación.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
- Mierda!.- Gritó el pelirubio al ser clavado con la daga. Él sabía que había sido dañado de gravedad, sus estudios en Medicina le daban la información de que aquel corte no iba a ser del todo lindo. Mientras caía al piso todo se volvía lento, las gotas de sangre pasaban frente a sus ojos, mientras que las voces de los marinos eran ahora voces graves y lentas. Ahora sentía el dolor, como su cuerpo se entregaría pronto a la muerte, una sensación única, pronto perdería el conocimiento debido al cansancio y a las heridas. Al caer fue golpeado brutalmente a base de patadas con rabia, y, era de esperar, el joven Roux les había dado un gran dolor de cabeza y ahora pagaba las consecuencias.
Sólo tenía una salvación. Huir. ¿Donde?...
Mientras se mantenía en el suelo vio con sus ojos lo obvio... el agua. Estaba en el río, esa sería su última salvación, su última carta. Ocuparía su último aliento para salirse de aquel escandaloso acto. Antes de que le pisaran la mano donde portaba el florete, colocó en el camino la daga para que se le enterrase esta en el pie del marinero, sacarla de ahí, y en un acto kamikaze, con sus últimas fuerzas, se sujetó en el piso con las manos, se dió impulso para saltar y apartar su camino lanzando un corte horizontal con el florete y la daga en dirección izquierda y derecha respectivamente mientras se mantenía en el aire en dirección al río. Como era un embarcadero y se encontraban en el muelle de madera, la distancia de este y el agua era poca.
Al descender no cayó precisamente al agua, primero chocó contra el borde del muelle, aumentando el dolor y con el rebote fue lanzado al río. La corriente se llevó aquel cuerpo inconsciente hacia quizás donde... su corazón aún latía, su respiración era leve, pero presente... si bien no se llevó su mercancía, se había divertido en demasía... quizás... mucho. La corriente en ese minuto era fuerte, generando que impulsara el cuerpo a una gran velocidad. Su cuerpo finalmente... varó en tierra desconocida.
Sólo tenía una salvación. Huir. ¿Donde?...
Mientras se mantenía en el suelo vio con sus ojos lo obvio... el agua. Estaba en el río, esa sería su última salvación, su última carta. Ocuparía su último aliento para salirse de aquel escandaloso acto. Antes de que le pisaran la mano donde portaba el florete, colocó en el camino la daga para que se le enterrase esta en el pie del marinero, sacarla de ahí, y en un acto kamikaze, con sus últimas fuerzas, se sujetó en el piso con las manos, se dió impulso para saltar y apartar su camino lanzando un corte horizontal con el florete y la daga en dirección izquierda y derecha respectivamente mientras se mantenía en el aire en dirección al río. Como era un embarcadero y se encontraban en el muelle de madera, la distancia de este y el agua era poca.
Al descender no cayó precisamente al agua, primero chocó contra el borde del muelle, aumentando el dolor y con el rebote fue lanzado al río. La corriente se llevó aquel cuerpo inconsciente hacia quizás donde... su corazón aún latía, su respiración era leve, pero presente... si bien no se llevó su mercancía, se había divertido en demasía... quizás... mucho. La corriente en ese minuto era fuerte, generando que impulsara el cuerpo a una gran velocidad. Su cuerpo finalmente... varó en tierra desconocida.
- Spoiler:
- Off: Me voy antes de quieran hacer una barbacoa conmigo. jajajjaa
Sébastien Roux- Fecha de inscripción : 10/05/2012
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Re: Mercancía nueva - Robar o pagar - el dilema
Las heridas que tenía por todo el cuerpo eran graves y los golpes que había recibido a base de las patadas que los marineros le habían dado podrían haberle roto, tranquilamente, algún hueso aunque era difícil de saber en aquellos momentos, como era obvio.
Le costó la misma vida mover sus brazos para poner la daga en la trayectoria del pie del hombre que quería apartarlo de su florete. Logró, con un lento pero efectivo tajo, hacerle una herida en su pie, a base de cortar el cuero de la bota que lo cubría, pero esta herida no era, en absoluto, grave o mortal, pero fue suficiente. Logró ganar tiempo, el suficiente para aprovechar ese pequeño respiro y lanzarse a las aguas del gran río Ithelior.
Varias flechas cayeron sobre el pero ninguna lo hirió, simplemente se clavaron a su alrededor y los marineros intentaron agarrarlo pero las flechas los persuadieron de acercarse demasiado al espadachín por lo que este pudo dejarse caer, malherido, a las aguas del río.
Antes de caer chocó contra el borde del muelle y quedó inconsciente, varias flechas más cayeron del barco para intentar atravesarlo pero no lo lograron pues erraron en su trayectoria... Ahora el inerte cuerpo del pelirrubio iba a la deriva por el río, sin conocer sin destino y sin estar siquiera despierto.
Le costó la misma vida mover sus brazos para poner la daga en la trayectoria del pie del hombre que quería apartarlo de su florete. Logró, con un lento pero efectivo tajo, hacerle una herida en su pie, a base de cortar el cuero de la bota que lo cubría, pero esta herida no era, en absoluto, grave o mortal, pero fue suficiente. Logró ganar tiempo, el suficiente para aprovechar ese pequeño respiro y lanzarse a las aguas del gran río Ithelior.
Varias flechas cayeron sobre el pero ninguna lo hirió, simplemente se clavaron a su alrededor y los marineros intentaron agarrarlo pero las flechas los persuadieron de acercarse demasiado al espadachín por lo que este pudo dejarse caer, malherido, a las aguas del río.
Antes de caer chocó contra el borde del muelle y quedó inconsciente, varias flechas más cayeron del barco para intentar atravesarlo pero no lo lograron pues erraron en su trayectoria... Ahora el inerte cuerpo del pelirrubio iba a la deriva por el río, sin conocer sin destino y sin estar siquiera despierto.
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