Escolta en el camino
3 participantes
Página 1 de 1.
Escolta en el camino
- Spoiler:
- OFF: Haremos un pequeño salto temporal, si te parece, porque creo que estarás más interesado en ir al meollo de la cuestión xD.
Habían pasado un par de días desde que Zane saliera de la Gran Villa en dirección hacia la Encrucijada. No sabía mucho de ese sitio salvo que, realmente, era un lugar de paso para ir a dos de las grandes ciudades del Valle, Tyriel e Irien. La primera era una gran ciudad de cuestionable ética y moral pues trataba el lucroso mercado de esclavos (tan criticado por la Orden de Aenor) y se especializaba en el entrenamiento y oferta de mercenarios, así como de cualquier producto del mercado negro. En cambio la otra ciudad, Irien, era considera el centro económico más importante de todo el Valle, controla la entrada y salida del río más grande del Valle y posee una poderosa armada. También posee un inmenso mercado en el que los comerciantes pueden vender sus productos y se especializan en la producción de ricas y hermosas telas.
Eran dos mundos totalmente diferentes pero, según contaban, relacionados pues toda la ponzoña que Irien desechaba iba a pasar a Tyriel. Así se creaba una simbiosis de reciprocidad y dependencia que hacía que esas dos urbes preponderaran sobre las demás.
La caravana estaba formada por tres carromatos, Zane no sabía que llevaban en su interior aunque por el momento no se había interesado demasiado en ello. El, tan solo, contaba las monedas que llevaba ya ganadas con su trabajo y por el momento sumaban un total de 10 monedas de bronce que le darían al llegar al destino. Aun quedaba mucho viaje por delante pero era una alegría saber que no había habido complicaciones por el camino.
Había en total seis mercenarios, dos por caravana, y un conductor por cada una. Los carros eran empujados por mulas, animales duros aunque cabezones, y al mercenario le llamo la atención que hubiera tres prostitutas siguiendo a la comitiva. Una de ellas, al segundo día, se acerco para hablar con el mercenario:
-Hola guapo... ¿Pasas frío por la noche?-dijo mostrándole, con poca sutileza, su escotado pecho... Bastante prominente y que hacía de la mujer una moza bastante atractiva. Podía pasar los veinte años y no tenía mala dentadura, vestía de forma simple (con un simple vestido de lana marrón) y tenía su largo caballo azabache recogido. Su oscura mirada contrastaba con la tonalidad clara de su piel aunque la lujuría de sus intenciones se olían a kilómetros a la redonda...
Varios mercenarios ya habían pasado una buena noche con esa mujer o con las demás, habían hablado de ello y se habían sentido bastante satisfechos y parecía que, ahora, se atrevían a lanzarse hacia el último que aun no habían conquistado.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : soy eterno, no nací.
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
Los días pasaron lentamente, por suerte no había ninguna complicación en el transcurso de los dos días que llevaban caminando, Zane contaba mentalmente las monedas que ya habría conseguido y le darían al llegar al lugar, por lo que una gran sonrisa se dibujo en sus labios al hacer el calculo aproximado a una semana. No era una paga ambiciosa y mucho menos bien pagada, pero era un dinero que le vendría muy bien para comer y para pasar alguna noche en una cómoda posada en vez de dormir al aire libre. No obstante, aun pensando esto, los instintos y visión de Zane seguían al 100%, ya que, aun no terminaba de entender el por que de tantos mercenarios y los tres carromatos, en parte le comía la curiosidad de saber que es lo que estaba custodiando, pero con el paso de los años lo único que le interesaba era poder comer, dormir y vivir.
Una de sus sorpresas fue que tendría mas "compañeros" de lo que se imaginaba, creía que serian unos tres o cuatro pero no seis mercenarios, aun que tampoco entablo mucha conversación con ellos había cruzado alguna conversación con ellos, pero lo mas raro de todo era las tres mujeres que los acompañaban, no entendía que tenia que ver las prostitutas con la escolta. En eso se encontraba pensando cuando una de las mujeres se acerco a el insinuándose descaradamente, la reacción de Zane fue como era normal, de dibujar en sus labios una nerviosa sonrisa a la par que se sonrojaba ligeramente alejándose unos pasos de la mujer mientras alzaba ligeramente sus manos situándolas en su tórax a corta distancia como si pusiera un escudo imaginario entre el y la mujer- Ems... No, no paso frió pero gracias por preocuparte - Obviamente Zane era bastante ingenuo por no pillar la indirecta pero aun así algo se imaginaba por las conversaciones que había escuchado de los demás compañeros.
El camino cada vez era mas tranquilo y eso era algo que le preocupaba enormemente al joven, puesto que por experiencia propia sabia que algo tan tranquilo tendría escondido una emboscada o algo peor, por lo que después de apartar su mirada de la mujer, su rostro se volvió serio de golpe por el crujir de unas ramas que había logrado escuchar, alzando su brazo diestro mientras se situaba frente a la diligencia como orden de que se detuvieran un momento mientras que lentamente clavaba su rodilla izquierda en el suelo manteniendo su mano alzada rozando con la palma de esta la empuñadura de su espada. No sabia bien que era o quien era el que había hecho crujir las ramas que había escuchado, pero hasta que no estuviera seguro no se movería hasta que el mismo viera que no había peligro a lo desconocido que le hubiera alertado.
Una de sus sorpresas fue que tendría mas "compañeros" de lo que se imaginaba, creía que serian unos tres o cuatro pero no seis mercenarios, aun que tampoco entablo mucha conversación con ellos había cruzado alguna conversación con ellos, pero lo mas raro de todo era las tres mujeres que los acompañaban, no entendía que tenia que ver las prostitutas con la escolta. En eso se encontraba pensando cuando una de las mujeres se acerco a el insinuándose descaradamente, la reacción de Zane fue como era normal, de dibujar en sus labios una nerviosa sonrisa a la par que se sonrojaba ligeramente alejándose unos pasos de la mujer mientras alzaba ligeramente sus manos situándolas en su tórax a corta distancia como si pusiera un escudo imaginario entre el y la mujer- Ems... No, no paso frió pero gracias por preocuparte - Obviamente Zane era bastante ingenuo por no pillar la indirecta pero aun así algo se imaginaba por las conversaciones que había escuchado de los demás compañeros.
El camino cada vez era mas tranquilo y eso era algo que le preocupaba enormemente al joven, puesto que por experiencia propia sabia que algo tan tranquilo tendría escondido una emboscada o algo peor, por lo que después de apartar su mirada de la mujer, su rostro se volvió serio de golpe por el crujir de unas ramas que había logrado escuchar, alzando su brazo diestro mientras se situaba frente a la diligencia como orden de que se detuvieran un momento mientras que lentamente clavaba su rodilla izquierda en el suelo manteniendo su mano alzada rozando con la palma de esta la empuñadura de su espada. No sabia bien que era o quien era el que había hecho crujir las ramas que había escuchado, pero hasta que no estuviera seguro no se movería hasta que el mismo viera que no había peligro a lo desconocido que le hubiera alertado.
Zane- Fecha de nacimiento : 29/12/1988
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : Irien
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
La prostituta, al ver como Zane se ponía nervioso, sonrió y rió a carcajada limpia ya que sin duda alguna le parecía gracioso que un hombre tan curtido como aquel mercenario tuviera pudor frente a una mujer... Pero Zane estaba pendiente de su trabajo y no de las mujeres y, quizás por eso, fue consciente de un ruido, unos susurros le parecieron, a un lado del camino...
Nadie parecía percatarse, nadie pareció darse cuenta, tan solo parecía estar lo suficientemente atento como para saber que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento y, así fue, unos gritos surgieron de entre la maleza y tras ellos aparecieron unos bandidos.
-¡¡¡Por Baltersen!!!- aquel hombre era el líder de los bandidos del Valle, todo un rufián y un bárbaro de las montañas del sur, que había creado un gran grupo de salteadores que eran el terror de las gentes civilizadas.
Así aparecieron unos diez hombres, casi los duplicaban en número y encima los demás mercenarios estaban totalmente distraídos por lo que en la carga inicial a Zane le pareció que uno había sido ensartado por una lanza y que otro había caído al ser atravesado por una flecha.
Pero Zane estaba pendiente de lo que había a su alrededor, y no de los demás, por lo que pudo ver a las prostitutas correr para escapar de los bárbaros mientras que Zane, con su espada ya desenfundada, venía venir, hacia él y en línea recta, a dos salvajes.
Uno de ellos portaba un hacha de dos manos, tenía una larga barba y una armadura de cuero tachonado y por otro lado avanzaba un salvaje con lanza y espada corta pero sin armadura.
El gran barbaro del hacha volteaba su arma por encima de la cabeza mientras gritaba obscenidades para así descargar un poderoso golpe contra la testa del mercenario, en un golpe descendente y mortal que cortara por la mitad su cabeza, mientras que el lancero intentaba flanquear a Zane para ensartarlo por su costado izquierdo.
Nadie parecía percatarse, nadie pareció darse cuenta, tan solo parecía estar lo suficientemente atento como para saber que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento y, así fue, unos gritos surgieron de entre la maleza y tras ellos aparecieron unos bandidos.
-¡¡¡Por Baltersen!!!- aquel hombre era el líder de los bandidos del Valle, todo un rufián y un bárbaro de las montañas del sur, que había creado un gran grupo de salteadores que eran el terror de las gentes civilizadas.
Así aparecieron unos diez hombres, casi los duplicaban en número y encima los demás mercenarios estaban totalmente distraídos por lo que en la carga inicial a Zane le pareció que uno había sido ensartado por una lanza y que otro había caído al ser atravesado por una flecha.
Pero Zane estaba pendiente de lo que había a su alrededor, y no de los demás, por lo que pudo ver a las prostitutas correr para escapar de los bárbaros mientras que Zane, con su espada ya desenfundada, venía venir, hacia él y en línea recta, a dos salvajes.
Uno de ellos portaba un hacha de dos manos, tenía una larga barba y una armadura de cuero tachonado y por otro lado avanzaba un salvaje con lanza y espada corta pero sin armadura.
El gran barbaro del hacha volteaba su arma por encima de la cabeza mientras gritaba obscenidades para así descargar un poderoso golpe contra la testa del mercenario, en un golpe descendente y mortal que cortara por la mitad su cabeza, mientras que el lancero intentaba flanquear a Zane para ensartarlo por su costado izquierdo.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : soy eterno, no nací.
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
El mercenario desenvaino su espada lentamente mientras esperaba lo que fuera a ocurrir, en un principio solo escuchaba las carcajadas de sus compañeros, pero el ya había desenvainado su espada, esperando lo que por alguna razón sabia que pasaría en una alta posibilidad. Y así fue, un grito fue la señal de lo que en aquella zona se iba a crear, un campo de batalla, alguno de los suyos había caído por la sorpresa y así con su vida, pero el mercenario tenia cosas mas importantes que atender, como la de los dos bárbaros que se dirigían hacia el, uno con una hacha bastante temerosa y otro con una lanza y una espada corta.
El rostro del mercenario permanecía serio durante el avance de estos, pero algo ocurrió que quizás cogiera por sorpresa a aquellos dos bárbaros y es la fría sonrisa que se había dibujado ahora en los labios de Zane, demostrando que les estaba esperando y que por mucho que gritaran no podían atemorizarle. El joven mercenario observo los movimientos que estos realizaban, uno de frente y otro flanqueando su lado izquierdo para ensartarle con la lanza. Normalmente uno intentaría guardar las distancias pero el mercenario flexiono sus rodillas y se lanzo en carrera hacia el bárbaro de la hacha, para luego realizar un finta a su lado diestro para aparte de evadir la lanza, también evadir el hachazo que se dirigía hacia su cabeza.
Hecho esto y teniendo su espada ya mas que preparada, al evadir el hachazo, este coloco el filo de su espada en el cuello del barbudo, para luego seguir avanzando en su carrera para crearle un corte mortal que acabaría con su vida, quizás resultara por el efecto sorpresa de lanzarse contra ellos en vez de esquivar y guardar distancias lo que le daría ventaja al mercenario, mas le quedaba otro enemigo. La mano izquierda del mercenario se fue directamente detrás de su cintura empuñando la daga larga que aun permanecía envainada, no tardo en liberarla y lanzarla como si de un arma arrojadiza se tratara contra el lancero dirigido directamente diga daga hacia el pecho de este para clavarla en el corazón de su rival aprovechando la distancia que había logrado en su anterior movimiento para encargarse del barbudo.
El rostro del mercenario permanecía serio durante el avance de estos, pero algo ocurrió que quizás cogiera por sorpresa a aquellos dos bárbaros y es la fría sonrisa que se había dibujado ahora en los labios de Zane, demostrando que les estaba esperando y que por mucho que gritaran no podían atemorizarle. El joven mercenario observo los movimientos que estos realizaban, uno de frente y otro flanqueando su lado izquierdo para ensartarle con la lanza. Normalmente uno intentaría guardar las distancias pero el mercenario flexiono sus rodillas y se lanzo en carrera hacia el bárbaro de la hacha, para luego realizar un finta a su lado diestro para aparte de evadir la lanza, también evadir el hachazo que se dirigía hacia su cabeza.
Hecho esto y teniendo su espada ya mas que preparada, al evadir el hachazo, este coloco el filo de su espada en el cuello del barbudo, para luego seguir avanzando en su carrera para crearle un corte mortal que acabaría con su vida, quizás resultara por el efecto sorpresa de lanzarse contra ellos en vez de esquivar y guardar distancias lo que le daría ventaja al mercenario, mas le quedaba otro enemigo. La mano izquierda del mercenario se fue directamente detrás de su cintura empuñando la daga larga que aun permanecía envainada, no tardo en liberarla y lanzarla como si de un arma arrojadiza se tratara contra el lancero dirigido directamente diga daga hacia el pecho de este para clavarla en el corazón de su rival aprovechando la distancia que había logrado en su anterior movimiento para encargarse del barbudo.
Zane- Fecha de nacimiento : 29/12/1988
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : Irien
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
El mercenario había sido muy osado para lanzarse en contra de sus enemigos por lo que esto, como ya había pensado Zane, pudo sorprender e, incluso, desconcertar a los dos bandidos. Llegó tan cerca del bárbaro del hacha que pudo sentir su aliento en su frente pero entonces, rápidamente, hizo una finta para esquivar los ataques de los dos bandidos. Por un lado el hacha del salvaje descendió con gran inercia hacia él pero, con celeridad, pudo esquivarlo para lanzar el tajo contra el cuello de su enemigo.
Su espada cortó limpiamente el cuello de aquel hombre y su cuerpo cayó de bruces al suelo cuando lo degolló. Aun así la situación no terminó de aquella manera pues las lanzas, por regla general, miden dos metros y al avanzar de frente Zane se puso al alcance de ella. Su finta evitó que fuera atravesado por la lanza pero sufrió un corte, algo profundo, por su costado izquierdo, a la altura de los riñones.
Ss protección, una simple armadura de cuero, no fue muy útil pero sirvió para que el corte no fuera más profundo de lo que ya era. No había dañado órganos vitales pero tenía un largo de unos 5 cm y una profundidad de un par.
Ahora estaban a un par de metros, cara a cara, y aunque Zane tenía una herida esta no era mortal y se disponía a sacar su daga...
Su espada cortó limpiamente el cuello de aquel hombre y su cuerpo cayó de bruces al suelo cuando lo degolló. Aun así la situación no terminó de aquella manera pues las lanzas, por regla general, miden dos metros y al avanzar de frente Zane se puso al alcance de ella. Su finta evitó que fuera atravesado por la lanza pero sufrió un corte, algo profundo, por su costado izquierdo, a la altura de los riñones.
Ss protección, una simple armadura de cuero, no fue muy útil pero sirvió para que el corte no fuera más profundo de lo que ya era. No había dañado órganos vitales pero tenía un largo de unos 5 cm y una profundidad de un par.
Ahora estaban a un par de metros, cara a cara, y aunque Zane tenía una herida esta no era mortal y se disponía a sacar su daga...
- Spoiler:
- OFF: Tira un dado de 100 caras para lanzar la daga, si decides lanzarla al final y perdona por la tardanza pero es época de exámenes.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : soy eterno, no nací.
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
Lanzando...
Zane- Fecha de nacimiento : 29/12/1988
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : Irien
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
El miembro 'Zane' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados
'Dado de cien caras ' : 16
'Dado de cien caras ' : 16
Re: Escolta en el camino
La daga de Zane voló con presteza hacia el mercenario que tenía enfrente, el cual tenía una lanza y una espada, y este fue totalmente sorprendido ya que no pudo, ni intento siquiera, esquivar aquel movimiento.
La daga voló por los aires y se clavó en el corazón del bandido, y aunque durante unos instantes intentó moverse hacia delante pero antes de que pudiera alzar sus armas cayó al suelo inerte. Su espada y su lanza seguían agarradas pero la sangre empezó a formar un charco de sangre a su alrededor.
Ahora Zane observaba la situación a su alrededor y realmente lo que vio no era muy alentador. Casi todos los mercenarios de su comitiva habían sido reducidos, heridos o aniquilados por lo que tan solo seguían luchando dos soldados, uno con dos espadas cortas y otro con una bastarda, mientras que las prostitutas habían huido al interior del bosque.
Zane podía ver como había tres bandidos saqueando el carro más cercano y aunque aun no habían deparado en él, no tardarían en hacerlo, por otro lado había tres más luchando contra los últimos dos mercenarios y otro más en el interior de un carro, el último de la comitiva, robando lo que podía.
Los carreteros, presas del pánico, habían huido al bosque para escapar de aquella situación.
Los salvajes mas cercanos portaban, en cada caso, dos hachas de mano, una bastarda y uno de ellos parecía tener una daga larga y un arco. Todos, salvo el de las hachas, estaban dentro del carro...
La daga voló por los aires y se clavó en el corazón del bandido, y aunque durante unos instantes intentó moverse hacia delante pero antes de que pudiera alzar sus armas cayó al suelo inerte. Su espada y su lanza seguían agarradas pero la sangre empezó a formar un charco de sangre a su alrededor.
Ahora Zane observaba la situación a su alrededor y realmente lo que vio no era muy alentador. Casi todos los mercenarios de su comitiva habían sido reducidos, heridos o aniquilados por lo que tan solo seguían luchando dos soldados, uno con dos espadas cortas y otro con una bastarda, mientras que las prostitutas habían huido al interior del bosque.
Zane podía ver como había tres bandidos saqueando el carro más cercano y aunque aun no habían deparado en él, no tardarían en hacerlo, por otro lado había tres más luchando contra los últimos dos mercenarios y otro más en el interior de un carro, el último de la comitiva, robando lo que podía.
Los carreteros, presas del pánico, habían huido al bosque para escapar de aquella situación.
Los salvajes mas cercanos portaban, en cada caso, dos hachas de mano, una bastarda y uno de ellos parecía tener una daga larga y un arco. Todos, salvo el de las hachas, estaban dentro del carro...
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : soy eterno, no nací.
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
El primer salvaje que ataco Zane había caído inerte tras degollarle, mientras que el segundo consiguió herirle pero pronto caería al atravesar su corazón con la daga que el mercenario había lanzado anteriormente. Al verlo caer en el suelo, el joven mercenario llevo su izquierda a la herida que le había creado el lancero en su costado haciendo una mueca de dolor tras observar la situación, sin duda las cosas no iban del todo bien, por lo que tenia que actuar rápido para salvar el máximo de la mercancía posible, pero todo estaba demasiado desequilibrado.
Aun así, este inspiro profundamente y se lanzo con sigilo midiendo la fuerza de sus pasos para así acercarse sigilosamente por la espalda al salvaje de las hachas que parecía custodiar el carro mientras los demás cogían todo lo que podían. El mercenario rodeo el carro y se agacho caminando entre las ruedas de este para ganar la espalda del de las hachas, el cual cuando se pudo poner en pie a su espalda, este coloco la hoja de su espada con el filo acariciando la piel del cuello del salvaje, la cual no dudo en cortar mortalmente. Todo era a contrarreloj, una vez ocupándose de ese, Zane rápidamente cerro las puertas del carruaje que estaban saqueando para obstruir dichas puertas con la haca del que había aniquilado en ese momento, esto debería dejar encerrados a los salvajes del interior.
Solucionado el problema, el joven corrió todo lo que pudo hacia los demás compañeros que estaban en serios apuros, aprovechando el despiste de uno de los enemigos que parecía gozar de su habilidad de esquiva para burlar al mercenario rival. Zane salio disparado cual flecha contra el de la espada bastarda saliendo al lado del otro mercenario, agarrando por sorpresa al soldado con el cual con su izquierda bloqueo el brazo que empuñaba la bastarda agarrándolo con firmeza de la muñeca para así con su diestra atravesar el cuello del soldado y darle una muerte rápida. Ahora eran tres contra dos. La respiración de Zane era entrecortada debido al esfuerzo que estaba realizando pero había logrado cambiar la situación de sus compañeros y vencer en numero, por lo que los salvajes restantes se tendrían que ver obligados a retirarse... O eso es lo que esperaba Zane, si lo hacían, avisaría de los otros salvajes encerrados en el carruaje y dejaría a sus dos compañeros decidir que hacer.
Aun así, este inspiro profundamente y se lanzo con sigilo midiendo la fuerza de sus pasos para así acercarse sigilosamente por la espalda al salvaje de las hachas que parecía custodiar el carro mientras los demás cogían todo lo que podían. El mercenario rodeo el carro y se agacho caminando entre las ruedas de este para ganar la espalda del de las hachas, el cual cuando se pudo poner en pie a su espalda, este coloco la hoja de su espada con el filo acariciando la piel del cuello del salvaje, la cual no dudo en cortar mortalmente. Todo era a contrarreloj, una vez ocupándose de ese, Zane rápidamente cerro las puertas del carruaje que estaban saqueando para obstruir dichas puertas con la haca del que había aniquilado en ese momento, esto debería dejar encerrados a los salvajes del interior.
Solucionado el problema, el joven corrió todo lo que pudo hacia los demás compañeros que estaban en serios apuros, aprovechando el despiste de uno de los enemigos que parecía gozar de su habilidad de esquiva para burlar al mercenario rival. Zane salio disparado cual flecha contra el de la espada bastarda saliendo al lado del otro mercenario, agarrando por sorpresa al soldado con el cual con su izquierda bloqueo el brazo que empuñaba la bastarda agarrándolo con firmeza de la muñeca para así con su diestra atravesar el cuello del soldado y darle una muerte rápida. Ahora eran tres contra dos. La respiración de Zane era entrecortada debido al esfuerzo que estaba realizando pero había logrado cambiar la situación de sus compañeros y vencer en numero, por lo que los salvajes restantes se tendrían que ver obligados a retirarse... O eso es lo que esperaba Zane, si lo hacían, avisaría de los otros salvajes encerrados en el carruaje y dejaría a sus dos compañeros decidir que hacer.
Zane- Fecha de nacimiento : 29/12/1988
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : Irien
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
Hazme una tirada de sigilo con un dado de 100.
Creador- Fecha de inscripción : 09/01/2010
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : soy eterno, no nací.
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
tirando...
Zane- Fecha de nacimiento : 29/12/1988
Fecha de inscripción : 20/04/2012
Información de Personaje
Lugar de Nacimiento : Irien
Títulos :
Renombre : Desconocido.
Re: Escolta en el camino
El miembro 'Zane' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados
'Dado de cien caras ' : 70
'Dado de cien caras ' : 70
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Feb 18, 2013 4:45 pm por Creador
» Creación de un Linaje
Lun Feb 18, 2013 3:39 pm por Creador
» Foro privado y Consejeros
Lun Feb 18, 2013 12:12 am por Creador
» El Ejército
Sáb Feb 16, 2013 10:31 pm por Creador
» Lista de Territorios
Sáb Feb 16, 2013 9:53 pm por Creador
» Justa de Escuderos
Sáb Feb 16, 2013 9:53 pm por Stark
» Personajes Ilustres del Valle de Aenor
Sáb Feb 16, 2013 9:19 pm por Creador
» ¿En que consiste ser Estratego?
Sáb Feb 16, 2013 8:30 pm por Creador
» Administradores y moderadores
Sáb Feb 16, 2013 6:00 pm por Creador