Primer día; empezar con buen pie.

por Invitado Jue Abr 01, 2010 4:05 am

Que el señor bendiga aquellos que lo necesiten, sean puros e impuros sus almas... y que las espadas de esta nación se mantengan alzas y fuertes sobre los enemigos. - dijo una voz desde el interior del templo.

Del hermoso monumento y de el portón, una figura yace con su equipaje sobre los hombros. La sombra se inclinaba hacia adelante con furor, y su aroma fresco que se impregnaba con la sangre, delataba al cazador. Allí estaba el cazador carmesí, expuesto a la sabiduría de los dioses y la fuerza de aquellos sagrados cimientos.

Había caminado por el ancho del interior, dejando sus armas y armaduras que hasta entonces colgaban de sus hombros, arrodillado ante las estatuas de los dioses, y murmurando palabras que en antaño y más arriba se ha relatado... y allí, como solía hacer después de haber fracasado o finalizado una caza, se postraba ante su señor.

por Invitado Dom Abr 04, 2010 2:08 pm

- Dakryos Nightmare, el cazador carmesí - murmuró una voz ya algo lejana de él. El muchacho tubo que despojar su cabeza de sus plegarias para girarla y contemplar hacia la luz; la entrada y salida del templo. ¿Quién habla? - preguntó. A lo que le respondió la lejana voz con seriedad - necesitamos de usted para una urgente misión. - dime que puedo hacer por usted - debe infiltrarse en el ejercito de vuestra nación, sabemos que hay un enemigo entre nuestra gente - lo siento... - respondió el cazador mientras se levantaba y se encaminaba hacia su equipamiento - pero no puedo hacer algo así, sería una ofensa contra los míos, y solo me dedicó a cazar o matar monstruos.

- Esta bien, cuando vuestra humanidad caiga en los pies de los infieles (...) te sentirás culpable. Aunque creo que te gustaría saberlo... pero el señor de las tinieblas está detrás de todo esto. Adiós. - se giró y encaró a su salida, y justo cuando dio los primeros pasos para desaparecer, el cazador extendió la mano hacia delante y gritó - ¡está bien! - y el mensajero se frenó despacio para añadir lo siguiente - ve al cuartel, alístate y marcha con ellos - y después terminó de desaparecer.

por Invitado Lun Abr 05, 2010 3:51 am

El muchacho descolgó de sus hombros por segunda vez el equipamiento, dejándolo caer para luego vestirlas. Pasado los minutos ya estaba listo para encaminarse hacia su venganza. No solo acabaría con la vida del infiel, sino de toda su estirpe demoniaca.

Salió del templo a paso lento, calmado, pero sobre todo muy pensativo. Paso por paso, una era se alzaba por cada azote de recuerdos que le llegaban. ¿Su próxima venida? (...) cuartel.

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