El Comienzo (!)

por Invitado Jue Abr 01, 2010 2:26 am

El desarmado humano llegó después de varias horas a la ciudad. Un pueblo que ya conocía bastante bien, por lo que no tardó en encontrar la tienda.

Hace exactamente cuatro horas y media, y treintavos segundos; su vida permanecía colgando en un pequeño hilo de seda, en manos de una fiera criatura que había osado enfrentarle en las catacumbas. Por suerte sobrevivió, pero a penas por tan poco que perdió el arma y acabó plenamente sin armaduras. Tubo que retirarse, pues sin protección y arma no tenía como cumplir su misión.

La tienda no era una común como otra cualquiera, pues esta se alineaba junto a otras más y se hacia llamar mercadillo. - ¡Yijaá! - el muchacho exclamo al fin su llegada, zarandeó la cabeza y escupió a sotavento.

Dio un par de paseos observándolo todo estudiosamente. Extrajo un par de katanas, y tiró de la vaina y no del pomo para ver la profundidad de su hoja con toda la claridad del mundo. Estaba en el sexto cielo, ver aquellas armas para él era un mérito y un sueño... pero no más que el de escalar hasta la cima de los cielos y convertirse en el señor del imperio; líder de su propio ejercito y conquistador de las tierras. El cazador carmesí.

- Interesante, muy interesante. Quiero esto - y exclamó después señalando a otra mesilla más lejana dispuesta en horizontal - ¡y también aquello! - y de manera prolongada compró su armazón y una alabarda pesada. Lo cargó todo al hombro, y después de haberlo pagado se marchó. A paso muy lento, eso sí. Saludando a todos los habitantes que tanto adoraba, de manera simpática y caballerosa.

La vida de un cazador estaba dispuesto en el tablero. Una nueva vida, una nueva historia, una nueva travesía. Este es el camino de un cazador soñador, que alcanzará la cima aunque tenga que hacerla caer.