Suerte de Siempre, Dia Diferente.

Arkanos, Yaiza y Pedro se encontraban sobre el escenario, entonando una canción que se titulaba del mismo modo que la posada donde ahora se encontraban; todo el mundo que se encontraba en la taberna, ebrios ya desde primera hora de la tarde, coreaban la canción.
Una vez terminada, y tras el correspondiente choque de jarras, gritos y risas, todos bajaron del escenario y se dirijieron a la barra en busca de unas buenas jarras de hidromiel con las que refrescar sus resecas gargantas.

-Eh Simón, ponme una jarra de hidromiel- Dijo Arkanos sentandose en un taburete libre en la barra, y repiqueando en la mesa con los dedos.

-Marchando-

Simón dejo la jarra en la barra y se fue a atender a otro, que ya habia bebido demasiado y le consejaba que se fuera a dormir la mona ya.
Tras Arkanos llegaron el resto del grupo, Yaiza le propinó un codazo al pasar por su lado que hizo que derramara su jarra.

-Joder Yaiza- Dijo Arkanos mientras dejaba la jarra y se secaba las manos con un trapo sucio.
Yaiza rió y se limitó a decir -Vamos, vamos, no te sulfures- Le dedicó una amplia sonrisa y se giró hacia Simón -Eh Simón, ponme otra-

Pedro se sentó junto a Arkanos y pidio su respectiva jarra, los tres bebieron un largo sorbo y suspiraron casi al unisono. Permanecieron unos segundos en silencio, meditando cada uno en sus propios asuntos y porfin Arkanos se decidió a hablar.

-Oye... ¿Y Elendil?, hace un mes que no lo veo pasar por aqui, eso ya es demasiado incluso para el.-

Yaiza se encogió de hombros sin responder y Pedro nego con la cabeza.

-Hace dos meses dijo que iba a ocuparse de unos asuntos, antes habia estado rondando la biblioteca.- Interrumpió Simón en unos de sus viajes de un lado a otro de la barra.

Todos se miraron unos segundos, Arkanos dio otor largo sorbo y dejo la jarra en la barra a medio terminar mientras s elevantaba y ajustaba el cinto.

-Oye ¿A donde vas?- Preguntó Yaiza bajando la jarra vacia.
-Voy a buscar que hacia Elendil en la biblioteca, aunque no le guste rondar por aqui siempre a sido puntual en nuestras reuniones y lleva mucho sin venir. Ademas, hace tiempo que no hago ejercicio- Respondió arkanos estirando los brazos hacia arriba y desperezandose. -Yaiza, encargate de las tareas pendientes y tu Pedro, vigila que Yaiza no cometa ninguna locura.-

Arkanos dejó a Yaiza replicando, la cual al ver que Arkanos le hacia caso omiso, apuró la jarra de Arkanos, pidió otra y continuó su discursión con Pedro, el cual seguia con su jarra practicamente intacta y sin mediar palabra.