La Cacería

La caza había empezado. Dael no demoró mucho en disponerse a partir. Acompañado de Ukran, por orden de Baltersen. Se sentía con cierta fortuna por estar acompañado. Aún no sabía mucho de como sobrevivir en el bosque y mientras más miraba los árboles, imponentes, más agradecía la compañía de un conocedor de estos. Sabía Dael, sin embargo, que el bárbaro acompañante no era de ninguna forma un pase asegurado. El pelirrojo confiaba en Ukran, pero también creía que este haría caso a su líder de no ayudarlo mucho.

Entonces Baltersen tiene enemigos dentro su hermandad. Dijo al bárbaro, para abrir un tema de conversación que lo ayudara a acercarse al único hombre en el que podía confiar. Obviamente Dael necesitaba de su amistad y por sobre todo de lo que pudiera enseñarle para cazar al traidor. Esta era una prueba de verdad y Dael no era ningún experto. Pero aprendía bastante rápido cuando se trataba de pelear, sobrevivir o bien, escapar. Esa había sido su vida durante mucho tiempo y al parecer nunca dejaría de serlo.

Ukran no dijo nada hasta que salieron del pueblo. Ahi fue cuando miró a Dael y le dijo:

-Tenemos cazar a Jour, un ex-guardia de Baltersen. Es gran guerrero y cazador. Lamento no hablar mucho antes. Yo no guardia de Baltersen, no puedo hablar sin permiso de él.- Ukran comenzó a caminar en una dirección en donde estaba el río más cercano. Empezarían por ahí. ¿Porqué? porque nadie sería tan tonto como para irse por los bosques sin agua. Se sabe que Jour es muy inteligente (en sentido barbárico) y un gran cazador. Pero también se sabe que salió con algo importante para Baltersen además del intento de su vida. Un tablilla. Salió corriendo con ella por lo que no podría haberse armado equipo de viaje. Solo eso y una espada. Con la cual era muy peligroso.

-Debemos buscar rastro. Ramas rotas, huellas, hojas en posicion extraña y más. Hemos llegado a río.- Dijo Ukran mientras miraba el río. Era solo un riachuelo, pero más que suficiente para el hombre sediento. Dael debía buscar pistas para intentar encontrar el paradero de Jour.

Spoiler:

La verdad Dael se sentía como un estúpido buscando ramas o cosas así y no entendía un carajo de como le serviría para encontrar a un hombre. Pero debía confiar en Ukran si quería pasar la difícil prueba que le habían encomendado. El pelirrojo buscaba y buscaba con fe en que la suerte estaría de su lado como lo había estado en los últimos sucesos. Pero no era algo definitivo, sabía muy bien que más que una ayuda, era una suerte de carga para el bárbaro y eso le molestaba.

Dael buscó en las orillas del riachuelo con cuidado de no pasar algún detalle importante. Era algo complicado para el, pues no se caracterizaba por ser un gran observador. Tanto que aprender y tan poco tiempo señor, se dijo irónicamente sin intención de eludir a nadie en particular. Pensó en pisadas que pudieran estar cerca, o tal vez algún indicio que le indicara que hubiera estado en el lugar. Dael estaba perdiendo la paciencia y no podía expresar esa frustración para no molestar a su compañero. Pero ya se había decidido, se concentraría cien por cierto para lograr su objetivo. Era hora de buscar en serio.

Off: Tirada de dado de 10 caras.

El miembro 'Dael Sahaloom' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados

'Dado de diez caras ' : 9

A pesar del gran esfuerzo puesto por ambos hombres, no se encontraron pistas. El río no tenía ni la más mínima señal de alguien hubiese pasado por allí. Ukran miró a Dael tranquilo, pero decepcionado.

-Jour no pasado por aqui. Tonto no es. Tiene que haber elegido otro camino. Busquemos por el bosque.- Ukran partió al bosque, Dael tras él. Ambos se encontraban con los sentidos muy alertas, especialmente el joven aspirante, pes él no tenía idea de qué hacer exactamente. De pronto, Dael siente que tropieza con algo... y siente el sonido de una cuerda rompiendose.

De pronto, una soga que estaba debajo de su pie izquierdo se lleva a Dael por el cielo y lo deja patas arriba colgando de un árbol. Ukran ni se inmuta, pero sonrie...

-Aún no aprendes. Atento a todo. Bájate solo.- Dijo Ukran mientras miraba los alrededores. La caída era como de 2 metros y Dael terminaría cayendo de cabeza. Tenía que pensar muy bien antes de simplemente cortar la cuerda y dejarse caer... Y bueno, no estaba demás el hecho de llevar menos de 2 horas en el bosque y ya haber caído en una trampa para tontos...

Si, esta era la suerte del mercenario que se disputa con su destino todos los días y en cada momento. Mirando con el ceño fruncido por la humillación a Ukran, con los brazos colgando, inertes, por encima de su cabeza y miles de maldiciones dispuestas a salir abrutamente contra el desertor de Baltersen. Pero logró calmarse y asir su bolso de cuero, dado por Ukran, antes de que cayera junto a la poca dignidad que le quedaba.

Soy el bufón de los dioses y con mis actos los hago reir, me mantienen vivo solo para seguir divirtiéndose con mis infortunios, dijo el pelirrojo, enojado pero sin gritar, sin la intención de que alguien le escuchara o respondiera. Dael el desafortunado, el pelirrojo desgraciado cantaran los juglares sobre mi, bufó. Ya harto de su ridícula posición se dispuso a cortar la cuerda. La caía era considerable así que no podía solo cortarla. Tenía que tratar de llevar su cabeza hacia arriba y luego cortar la cuerda, cosa de poder aterrizar con los pies.

Dael sacó de su bolso la espada que Baltersen le otorgó antes de partir y dejó caer su bolso para evitarse molestias. Cuídame eso un momemto, le pidió a Ukran. Juntó el pie que colgaba con el píe por el cual había sido levantado y dándose impulso con los brazos, el tronco y su cuello para mecerse con la cuerda. Y con uno, dos, tres intentos logró alcanzar con la siniestra la cuerda de la que estaba sujeto. Luego ayudándose de la diestra, donde portaba la espada, subió por la cuerda tomándola de una forma poco ortodoxa. Cuando ya se sintió en una buena posición para cortar la cuerda y caer de buena forma, asió con la izquierda la cuerda en lo alto y tirando de ella para "levantarse", y con la espada cortó la cuerda dejando caer sus pies primero, mientras se mantenía sujeto. Cuando sus pies se estabilizaron y volvió a una posición vertical, se soltó de esta y cayó. Dael había saltado de alturas parecidas en algunas ocaciones, no se lastimaría con eso. Y así, amortiguando la caída doblando sus rodillas y apoyándose con las mano se levantó. Parece que su "amigo" teme por que lo encuentren, dijo a Ukran con mal humor.

No dijo nada más, recogió su bolso, se lo colgó y guardo su arma. De ahora en más se iría con cuidado de verdad. El no era un aprendiz de nada. Era un mercenario con experiencia y este suceso fue un golpe duro a su orgullo. Ahora las cosas se pondrían serias.

La maniobra de Dael, veloz y diestramente realizada, fue bien recibida por el juzgar de Ukran. Aunque la inexperticie del guerrero se hacía notar en cuanto al rastreo, parecía desenvolverse en otros campos que el bárbaro no conocía.

-Bueno, Jour debe tomado camino otro.- Dijo con su marcado acento, especialmente en las "erres", como siempre. -... Así que nos pondremos a buscar más.- Dijo Ukran, en tono de alguien impaciente por salir.

-Prueba esta importante. Baltersen juzga gente. Tu tienes que pasar o ser un adorno más.- Dijo Ukran, mientras Dael tomaba su mochila. Los hombres se pusieron a caminar mientras Ukran intentaba enseñarle como localizar algunas marcas útiles para localizar gente o animales. Las huellas eran lo obvio, lo que toda la gente conocía, pero Ukran le enseñó los ámbitos de un verdadero cazador o "Broun" en su lengua nativa. A medida que caminaban, Ukran también intentaba en señarle algo de su lengua. Palabras sueltas como árbol ("Ik"), bosque ("Ikken"), río ("Ahl") entre otras. También le enseñaba el rastreo, como ver la dirección de las hojas, las ramas partidas de cierta manera, las rocas hundidas o con grietas por tal y cual razón, etc. Con el tiempo y un buen rato, el sol estaba ya en lo más alto y al parecer, Ukran había localizado un rastro. Una pisada mal cubierta, quizá por el apuro. Era la primera señal. Se dirigía al sur... más y más en las tierras bárbaras.

Spoiler:

Dael repetía para sí las enseñansas de Ukran para poder internalizarlas y aprenderlas. El pelirrojo no era muy bueno a la hora de aprender cosas que requerían una disciplina especial, pero a su parecer si pudo aprender a hablar bien el Ithelior, podría bien aprender a hablar Meroving."Ik", "ikken" sonaban en su cabez, cada segundo estaba más seguro de querer pertener a ellos y desquitarse con algún que otro hombre del valle. Sin embargo sus preocupaciones estaban más enfocadas ahora en rastrear al traidor.

La pista que Ukran señalaba y la observación detallada de esta hizo pensar a Dael en algo perturbador. ¿Hay alguna otra tribu distinta a la suya más allá en el bosque, y de ser asi, es posible que el traidor buscara refugio en ellas? Era un temor fundado, estaba seguro que por muy bien entrano que estuvieran Ukran y Dael, toda una tribu defendiendo a una sola persona era casi misión imposilble. En tal caso tendrían que operar de formas más siniestras. Dael miró hacia el bosque que se extendía frente a el. Atento, buscando huellas que le indicaran lo contrariop. No era miedo, sin embargo, lo que sentia...era una ansia infundada de partir unpar de craneos...aún tenía ciera rabia que liberar.

Ukran miró al jven bárbaro, con una especie de rara, pero obvia señal de aprobación con su mirada y la forma en al que puso sus cejas, elevando una sola de ellas.

-Posible. No habia pensado. Hay aldea más al sur, pero tierras de gentes más "bárbaras".- Dijo diciendo la palabra bárbaro como un despectivo para que Dael pudiese entender... -... Las gentes del sur viven del mar y robo. Piratas y se venden al quien bolsillo más hondo tenga.- Dijo Ukran, dejando claro su punto. Al su vivían piratas, prácticamente mercenaros que se venderían al mejor postor. Era el tipo de gente a la que Dael estaba acostumbrado. Además, si hay algo que un traidor puede hacer, es costearse ayuda. O al menos suele ser así.

Después de investigar un rato, en efecto, las pistas guiaban hacia al sur. El hombre, casi inrastreable, no fue suficientemente bueno para esconder todas sus huellas y eso fue más que suficiente para Ukran.

-Tendremos que caminar una noche entera.- Dijo Ukran. Entonces, soltó la bolsa donde llevaba las provisiones, sacó el hacha que tenía a la espalda y se puso a cortar un poco de corteza de un árbol cercano.

-Dormiremos durante día. Avanzamos en noche. Más peligroso, pero sorprendemos y avanzamos mientras él duerme. Tenemos que atrapar a Jour antes de que deje costa.- Dijo el hombre muy seguro. Envió a Dael a buscar madera descente para un refugio por lo poco que quedaba de luz de sol. Dormirían hasta entrada la noche. Se convertirían en verdaderos cazadores.

Dael empezó a sentir la adrenalina correr por su cuerpo. Estaba ansioso por empezar a cazar de verdad y terminar de una buena vez con el asunto. Y así, pensando en la gloria y el fracaso, buscó madera. De los árboles arranco las cáscaras que estaban suelta y, de los más bajos, unas cuantas ramas para hacer de yesca, todo esto lo guardo en su bolsito. Buscó por el suelo ramas más grandes que hubieran caído para aprovecharlas de la mejor manera posible como un "techo" o un cobertor. Se entretuvo con la tarea un rato, seleccionando lo mejor que pudo la madera. Dael no era un experto en hacer fuego, o hacer camas con ramas. Pero sabía bien que madera húmeda o mojada no era lo que necesitaba. Cualquier tonto lo sabe, no? se decía si mismo el aspirante a bárbaro.

El pelirrojo no podría dormir muy bien esa tarde. No estaba muy acostumbrado a dormir propiamente tal si no hasta bien entrada la noche. Una siesta a medio día o un poco más tarde, después de comer.

Dael tendría que ayudar a Ukran a construir su "morada" pasajera. No era ningún experto, y de seguro el bárbaro lo notaría. Pero tendría que hacer su mejor esfuerzo por hacer algo para él, por que de seguro su acompañante no haría más que darle un par de consejos. Y así tratando de disimular su cara de frustración pregunto a Ukran.¿ Entonces tu gente no esta tan unida? Yo pensaba que existía una gran unidad entre tribus, ya que su enemigo "común" son la gente del valle. Dael si estaba interesado en este tema. Mucho de hecho. Si quería pertenecer a ellos, tenía que entender sus ideales, sus enemistades y amistades. No bastaba aprender a cazar y hablar meroving. Eso seguro.

-No porque la gente del valle sea enemigo común, nosotros unidos. Gente tiene tradiciones muy distintas unas de otras, muchas pelean. Incluso algunas tienes dioses distintos. Nosotros somos Raak, tribu de bosques. Jour quizá busque refugio con los Jahlen, tribu de costa.- Decía Ukran. El bárbaro ayudaba a Dael a construir la pequeña tienda, suficiente para 2 personas recostadas y echadas de espalda. Ukran se fue un rato y volvió con unas extrañas hojas y muchisimas de ellas. Las colocó debajo del improvizado techo que habían hecho.

-Esto alejará insectos. Cómodo. Ahora a dormir.- Ukran simplemente se echó en la tienda y a penas se hecho (y fue algo casi gracioso) se puso a roncar. EL sonido del ronquido quizá le dificutaría dormir a Dael, pero ten´pia que intentarlo.

Dael ahogó una carcajada al ver a su compañero dormir en menos de un parpadeo. Era algo que nunca había visto. Existen dos posibilidades para este hecho, estaba muy cansado, o bien, de verdad le gusta dormir. Se dijo el pelirrojo. Al fin, se recostó sobre las hojas que trajo Ukran y trató de conciliar el sueño. El ronquido del bárbaro no era tanta molestia, dado que Dael nunca había tenido un lugar fijo para dormir, el sueño lo había encontrado en distintas partes del valle, a veces en lugares no muy cómodos. El hecho era que no era hora de dormir, y estaba ansioso por terminar de una vez con esto y tener, al fin, un poco de paz.

Al poco rato sus pensamientos se confundieron con los ronquidos de Ukran, con el viento que susurraba. Y pronto se durmió y los sueños reinaron creando caos dentro de su cabeza. Había pocas cosas que el mercenario temía. Tal vez por valentía, o quizás estupidez. Y en este momento estaba debatiéndose. La prueba de Baltersen era más que un pase de entrada a la tribu. Era hacerle el quite a morir olvidado como un exiliado patético y penoso que falló en algo tan simple como atrapar a alguien. El mercenario no se rebajaría a eso, ni ahora, ni nuca.

El despertar fue tranquilo, la noche empezaba a invadir el cielo, faltaba poco para estar en total oscuridad. Ukran aún no despertaba y si lo había hecho no lo notaba, de todas formas Dael no sentía ganas de dormir más. Sin embargo, se mantuvo quieto para no molestar a su compañero. Esperaría tranquilo a que este se despertara, y la verdadera caza comenzaría. El aspirante a bárbaro rió para sí. Sigue siendo todo o nada, no?

La noche se alzaba y la luna estaba ya lo bastante alta como para
iluminar un poco el camino. Una hermosa una menguante y un cielo
medianamente despejado pintaban la noche. Las estrellas se veían muy
brillantes, era como ver una pintura con muchas luces. Hermoso. Pero
Dael no era del tipo qu se recuesta a ver las estrellas solo para
admirar su belleza, sino que es aquel de mirada buscadora y curiosa.
Dael, despierto en su lecho de sueño, de pronto recibió una patada en la
espalda de su compañero.

-Levanta. Caminamos ahora.-
Dijo Ukran, como si ubiese despertado hace horas. Estaba parado y Dael
nisiquiera pudo darse cuenta, quizá por lo sumergido que estaba en sus
pensamientos. En fin, los hombres se levantaron, dejaron todo lo
innecesario allí mismo y comenzaron el viaje hacia la costa. El sonido
intimidante de los animales nocturnos era algo que mantenia los sentidos
alerta, lo cual era muy bueno para una buena cacería. Dael no veía
mucho más allá de un par de pasos hacia adelante y de pronto Ukran se
puso a correr. EN medio del bosque, cuando apenas ves más allá de tus
manos, la gente no suele correr. Pero Ukran lo hacía y Dael tendría que
mantenerle el paso si quería triunfar en esto.

Dael siguió sin vacilar a Ukran, manteniéndose a una prudente distancia, por si el bárbaro decidía detenerse de improvisto y al mismo tiempo no perderle. Que vergonzoso sería pedirle que me diga donde esta, pensó. Con la escasa luz, era difícil ver el suelo, sin embargo Dael puso todo su empeño en no tropezar con alguna piedra o rama. Para asegurarse de no caer en alguna trampilla puesta por la naturaleza para hacerlo caer levantaba las piernas a buena altura, en ningún momento podría arrastrar los pies, salvo que empezase a camina. En tal caso sabía de otro truco para sobrevivir.

Al pelirrojo no dejaba de impresionarle la habilidad del bárbaro. Correr en la noche en medio del bosque cualquiera lo consideraría una locura. Y más aún cuando se trataba de pillar de improvisto a un hombre escondido en un ejercito. La poca visión, y el ruido que hacían no animaba a Dael a seguir corriendo, pero estaba seguro que Ukran sabía lo que hacía, por lo que corrió sin gastar energía en ideas ridículas. La clave de la carrera es respirar, y seguir respirando, se decía Dael. Aspirando una larga bocanada de aire por la nariz y soltándola rápido por la boca. Si hacía esto sin parar, con un ritmo constante, resistiría bastante bien la carrera. Ya había tenido que perseguir a uno que otro individuo en la Villa, pero en este caso no sabía bien hasta cuando duraría.

Dael sujetaba sus cosas con su brazo izquierdo, para no hacer mucho ruido. Al tiempo que se daba impulso en los brazos. En ningún momento trató de rebasar a Ukran, debido a que el era el guía en este momento. Dael solo esperaba que las cosas salieran bien, y que llegaran cuanto antes donde el traidor. Sabía que sería simplemente una locura, pero gran parte de su vida era precisamente eso.

Tirada de dados de 10

Va el dado

El miembro 'Dael Sahaloom' ha efectuado la acción siguiente: Tirada de Dados

'Dado de diez caras ' : 1

Mientras el bárbaro corría en la densa oscuridad, Dael se sentía cada vez más cómodo con esta, debido a que sus ojos se acostrumbraban poco a poco. Corrían rápidamente y la resistencia de Dael le hizo justicia a su profesión y sus años de perseguir bandoleros y demases y aguantó bastante bien. Corriendo por horas, haciendo pausas muy cortas entre tiempos. De pronto, Dael vió que un poco más adelante Ukran se paró de golpe y e hizo una señal con el brazo. Ambos se detuvieron y se agacharon. Manteniendo una altura baja, los hombres se acercaron a unos arbustos cerca y vieron una pequeña fogata en el camino, con hombre alrededor, sentados y comiendo lo que parecía sr un jabalí de bosque.

-Ese de ahi... Jour.- Dijo apuntando a unno de los hombres. Tenía los cabellos negros, largos y pegados en la frente. No se veía para nada contento, de hecho, se veía algo iracundo. Aún así, los compañeros reían y hablaban en la lengua que Dael recién comenzaba a entender apenas. Los hombres estaban todos armados, cerca de una fogata, y junto a ellos 2 caballos, que llevaban pesadas mochilas. Los hombre no parecían haberse percatado en lo más minimo de los hombres que los acechaban.

-Atacaremos en un momento...- Dijo Ukran desenfundando lentamente su espada. Al fin había llegado el momento para la emoción de Dael.

Dael reía para sí. No podía creer su suerte. Es realmente increíble como cambia todo en un mismo día. El pelirrojo reía de forma siniestra con sus ojos inyectados en sangre. El destino le sonríe por ahora y el mercenario no era tonto no dejaría pasar esta oportunidad solo por una entendida emoción. No, escucharía a Ukran y no se dejaría llevar. Sacando lentamente su arma, como un lobo que prepara las garras. Se acerco al bárbaro lentamente, si hacer el menor ruido. No estaba seguro de como atacar en ese momento, quizás podrían usar las sombras para atacar desde lejos. O bien asesinar rápidamente a todos los que se pudiera aprovechando su ventaja. La emoción lo consumía.

Dael se acercó al bárbaro y observó al hombre que debía llevar ante Baltersen. Aprendió bien su rostro, para no confundirlo. Que deberíamos hacer, asustarlos un poco y luego atacar, o bien actuar directamente?. Dael estaba muy cerca de Ukran y le hablo bajísimo, por lo que la pregunta apenas debió de llegar a los oídos de este. Sin embargo eso no importaba. No habían muchas estrategias para estas situaciones. Fuerza o destreza. Era una opción bastante sencilla, considerando que eran superados en número y armamento. Dael esperaba con ansias la respuesta.

Dael se preparó para cualquier cosa. En posición, atento. Espada en la diestra y el bolso bien amarrado, cruzado en su hombro izquierdo. Pendiente y observador. No falta mucho, se decía mientras imaginaba su nueva vida, tan cerca y tan lejos...

Ukran miró a Dael. Era cierto, estaban en considerable desventaja numérica y de armamento... pero a la vez, Ukran pensó que no podría haber mejor prueba. SImplemente miró a Dael por un segundo y con espada en mano, salió del escondite la luz del fuego, pero para una gran sorpresa de Dael... Ukran salió caminando de lo más relajado, como quien sale a pasear en un día soleado a los jardines de la ciudad. Simplemente, los hombres se levantaron como rayos y tomaron las armas y comenzaron a gritar en Meroving. Parecian maldecir y retrocedían mientras veían a Ukran. De hecho, uno de los hombres pareció incluso mojar sus pantalones. Ahi Ukran pudo verlos bien, igual que Dael... 6 hombres. 6 hombres armados contra Ukran... Dael pensó que él no podía tener mayores tendencias suicidas. Pero al ver la cara de los hombres, supuso que Ukran debía tener alguna especie de... reputación. Uno de los hombres atacó a Ukran, quien lo despachó de su vida en un segundo, simplemente sacando un cuchillo escondido en su cadera y cortándole la garganta. Otro hombre atacó y Ukran esquivó un espadazo horizontal simplemente con un paso al lado, a la vez que el hombre perdía su brazo al filo de su espada y caía, para luego perder la cabeza. Ukran, por primera vez desde que conoció a Dael, sonrió con una alegría curiosmente inhumana. Dael miró y hasta le dió miedo.... ese salvajismo.. era impresionante. Ukran miró a su posición...

-¿Vas a ayudar o que? Si quieres yo mato a Jour solo...- Dijo tranquilo, como si nada estuviese pasando.