Eleanor

De físico desarrollado, faz aparentemente seria y ojos azules profundos, Eleanor muestra un físico maduro, mas del que podría otorgarse a su edad. Aun así., no pierde su apariencia veinteañera. Sus cabellos frondosos, ondulados y largos de color negro azabache hacen un perfecto juego con los ojos anteriormente mencionados. Su tez blanca, su complexión delgada y su baja estatura (1,56 aprox) hacen que parezca una persona frágil y delicada, lo cual en muchos casos le aporta una ventaja a los ojos de la gente, pues ella es absolutamente todo lo contrario. Sus labios pequeños pero rosados a conjunto con sus mejillas, junto a todo lo descrito anteriormente, hacen de la chica una mujer que no pasa desapercibida a los ojos de cualquier hombre sin pareja.

Sus ropajes son los correspondientes a una mujer de su clase, pero no son los apropiados para una mujer. Suele vestir lo más parecida posible a un hombre, pues para su dedicación a veces lo necesita. Cuenta con una especie de pantalón ceñido que se hizo ella misma, de tela gruesa color café, la cual sujeta con un par de cinturones y un par de harapos que lleva atados a al cintura. La parte superior la lleva cubierta por chaleco corto –hasta encima del ombligo-, sin mangas, de tela de cuero color marrón oscuro, atado por un par de cintas entrelazadas a lo largo de su torso. Su calzado es simple: unas botas medianamente altas de cuero negro, poco cómodas.

Descripción Psicológica

Eleanor renuncia a cualquier parecido con las damas. Aunque un Tanto mal visto en la época, la mujer no desea seguir la línea de la mujer delicada, hermosa a la espera del amor cortés. Se define como una superviviente que vive por y para ello, de ahí a que las principales aficiones de las damas en ella, por el momento, se encuentren olvidadas. Aunque su aspecto pueda llegar a parecer serio, en el interior es alegre y optimista, aunque no puede evitar ser demasiado orgullosa en algunos aspectos. Valiente y atrevida. Aunque, como todo ser humando, tiene miedos, prefiere no mostrarlos nunca, al igual que el llanto, el cual identifica como vergonzoso. No sabe leer ni escribir, tampoco sabe tocar ningún instrumento. Las pocas habilidades que tienes se basan en su propia inteligencia, y su habilidad para enfrentarse a las situaciones de su oficio, tales como ser sigilosa o saber engatusar y seducir a las personas con su cuerpo con gran destreza.

Aunque todos estos aspectos pueden dar a entender que es rebelde en demasía, no deja de ser una mujer educada que sabe donde está su lugar. Mantiene los pies en tierra casi siempre, por lo que pocas veces actúa sin pensar.

Se fía de muy pocas personas, y aunque pueda mantener algún tipo de relación con ella siempre está alerta. Adora los momentos de soledad, por lo que, según ella, no necesita compañía alguna. Las relaciones sociales tampoco son lo suyo, por lo que sumándole lo dicho anteriormente, aunque quiera, no sabría hacer amistades rápidamente.

Historia

Eleanor, huérfana de madre y a los diez años de edad, de padre, vivió su vida desde muy pequeña en las calles. La dedicación al engaño y al robo era su destino indudable desde la niñez.

La pobreza y las enfermedades quedaban marcadas en el contexto de la época en la que le tocó vivir, pero no sufrió demasiado por ello. Al quedarse sin familia a muy temprana edad, comenzó a reflexionar sobre que sería lo mejor para ella. Pensó en mendigar por las calles,
pero correría demasiado peligro de esa forma, reflexionó sobre si sería mejor buscar trabajo aunque fuese demasiado pronto, pero ¿Quién querría que una niña? Sin duda, hombres poco fiables. Lo único que le quedaba era robar. Por tanto, vivir en las calles hasta la actualidad le
había supuesto un conocimiento rápido de la realidad, de las tendencias que marcaban en siglo y de la personalidad de los habitantes del valle.

Tuvo suerte, a los doce años de edad, al encontrarse con un grupo de niños huérfanos que se ocultaban de la violencia de las calles oscuras y pobres, refugiándose en un sótano abandonado de una calle la cual muy poca gente solía frecuentar. Para su sorpresa, cuando descubrió el lugar, se dio cuenta de que se trataba de un pequeño grupo de niños sin futuro que se quitaban un pedazo de pan de la boca para dárselo a otro niño más pequeño, con menos posibilidades y habilidades. Que incluso se animaban entre ellos cantando, bailando y contando historias de dioses. Eleanor decidió unirse. Aquel grupo de huérfanos, que se ayudaban mutuamente los unos a los otros, también eran simples ladronzuelos, que con el oficio, se ayudaban mutuamente entre ellos. Aquello, a la joven, le pareció un acto de solidaridad demasiado bello como para existir entre tanta crueldad.

Pasaron los años y Eleanor se había volcado demasiado sin quererlo con aquellos niños. Al ser la única hembra, adoptó aptitudes propias de un hombre, de ahí a que no quisiese que la relacionase con ninguna dama noble. Pero aun así, su interior de mujer no pudo evitar que ella misma, a veces, tomase las riendas como madre del grupo.

Un día, al recordar que aquellos que ya cumplían los dieciséis o diecisiete años se iban marchando para dejar paso a otros que lo necesitasen de verdad, por no tener medios para sobrevivir, pensó que ya le había llegado el turno. Aquella pequeña familia clandestina de niños pobres que se dedicaban a robar, habían rellenado un hueco importante de su vida, por ello, quiso hacer un último ‘’recado’’. Se adentró por las calles de la ciudad, frecuentó los mercados de forma escurridiza y robó todo cuanto pudo: ropa, alimentos, bebida e incluso objetos que pudiesen tener algún valor a la venta. Al volver al sótano, se llevó una desagradable y dura sorpresa. Vio como una gruesa capa de humo ascendía por el hueco del lugar y pudo oír como dos caballeros, con antorchas en las manos, se esfumaban del lugar a paso lento mientras comentaban que se habían quitado un minúsculo peso de encima, que de aquella forma las calles ya no apestarían tanto. Eleanor abrió las puertas de aquel sótano de par en par, y entonces las llamas de un fuego intencionado humedecieron sus ojos. Quiso entrar, quiso intentar ayudar tal y como aquellos muchachos hicieron con ella, pero no pudo. Quiso correr, echarse encima de aquellos hombres u hacerle pagar por lo que habían hecho, pero el miedo se apoderó de ella.

Le habían robado aquella pequeña realidad perfecta, le habían robado a aquellos niños una vida, y todo, porque apestaban las calles…y todo, por que la vida era así. Eleanor había vuelto a esa oscura realidad que le tocó vivir demasiado pronto. Y lucharía por cambiarlo.

Equipo

Posee una daga de acero que cuenta con un dragón como decorado cerca de la empuñadura

Capa de tela gruesa y capucha de piel, de color marrón oscuro, la cual utiliza siempre para deambular por las calles y ocultar todo aquello que robe, además de para refugiarse el frio.

Pequeño saquito que lleva atado a uno de los cinturones del pantalón, donde guarda 5 monedas de bronce


Atributos

Fuerza: 30
Destreza: 40
Resistencia: 25
Porte: 35
Percepción : 30
Inteligencia: 35

Habilidades

Alerta (Percepción): 30 + 5 = 35
Atletismo (Fuerza): 30 + 5 = 35
Esquivar (Destreza): 40 + 5 = 45
Idioma (Inteligencia): 35 + 5 = 40 (Ithelior, idioma básico, no incluye saber y escribir)
Callejeo (Inteligencia): 35 + 10 = 45
Combate con armas arrojadizas (Destreza): 40 + 5 = 45
Combate con armas de filo (Destreza) : 40 + 5 = 45
Combate marcial (Destreza): 40 + 5 = 45
Hurtar (destreza): 40 + 10 = 50
Sigilo (Destreza) : 40 + 5 = 45

Experiencia:( Sólo llevo un año, en un par de foros rol de Internet)

Varias cosas en la ficha:

-La altura media es de 1,65 en este foro (por ser uno de temática medieval, en esos tiempos la estatura media era inferior a la actual) por lo que tu pj sería más baja pero tampoco mucho (lo digo para que lo tengas en cuenta).

-Historia imaginativa, te felicito porque argumentas bien la personalidad del personaje.

Añade estos parámetros

Atributos

Fuerza: 30
Destreza: 40
Resistencia: 25
Porte: 35
Percepción : 30
Inteligencia: 35

Habilidades

Alerta (Percepción): 30 + 5 = 35
Atletismo (Fuerza): 30 + 5 = 35
Esquivar (Destreza): 40 + 5 = 45
Idioma (Inteligencia): 35 + 5 = 40 (Ithelior, idioma básico, no incluye saber y escribir)
Callejeo (Inteligencia): 35 + 10 = 45
Combate con armas arrojadizas (Destreza): 40 + 5 = 45
Combate con armas de filo (Destreza) : 40 + 5 = 45
Combate marcial (Destreza): 40 + 5 = 45
Hurtar (destreza): 40 + 10 = 50
Sigilo (Destreza) : 40 + 5 = 45

Ponte entre 1-10 monedas de bronce.

Editada la altura. 5 monedas de bronce.

Ficha válida, postea cuando quieras.