Esperando a los Enemigos

La calle principal se encontraba totalmente deshabitada, se podrían escuchar algunos gritos de dolor y sufrimiento, los cuales venían con el olor mismo de la muerte. Los orcos avanzaban hacia el Puente, para cruzar y enfrentarse a las fuerzas de la oscuridad; eran pocos, pero tenían la valía de los orcos, única e incomparable. - Shh... -. Dijo Kargath, quien desenvaino suavemente una de sus espadas con su mano izquierda, a lo cual sus soldados reaccionaron igual, los arqueros sacaban sus arcos y proyectiles, el chamán, una larga y hermosa jabalina, y el guerrero pesado, sus dos martillos de gran tamaño. - Go'du, observa... -. Dijo Kargath, para que automáticamente el chamán comenzara a trepar uno de los edificios y se acercara al puente, observando a las tropas del enemigo.

Pasaron varios segundos, y el chamán volvió, informando a Kargath lo que había visto. - Tomaron el puente... son demasiados. -. Murmuró con la cabeza gacha, poniendo una mano en su pecho y volviendo a ponerse detrás de los soldados. - Está bien... comencemos... -. Dijo Kargath señalando por medio de señas, en donde debía ponerse cada uno.

El chamán se alejó varios metros, ocultándose entre unas plantas y preparando su equipo de distracción, sacando unas pequeñas bombas de humo para nublar la vista de sus enemigos. Tenía un plan en mente, formulado por Kargath mucho antes de comenzar con el avance hacia la posición actual.

Cada arquero trepó un edificio, ambos se encontraban a cada lado de la amplia calle principal, por la cual transitarían las tropas enemigas para dirigirse a la plaza y así dominar el Reino. Estos se ocultaron a la vista de todos, preparando sus proyectiles para atacar de forma rápida y contundente.

Kargath y el guerrero pesado, Trall, se ocultaron entre las columnas de esos mismos edificios (Kargath del lado izquierdo y Thrall del derecho, respectivamente de lo que verían las tropas enemigas), esperando que sus enemigos se acercaran, para tomarlos por sorpresa y derrotar a la mayoría de ellos de una sola pasada. - Thrall, una vez más, podrá ser nuestra última batalla. Será un honor morir a tu lado... -. Dijo Kargath estrechando la mano con el gigantesco orco. - Lo mismo digo, Kargath. ¡Vida a la Horda! -. Gritaron todos los orcos, afilando sus armas, ajustando sus arcos, lustrando sus martillos y preparando las trampas.

Los orcos comenzaban a entrar en frenesí, sus enemigos se acercaban y ellos querían destruirlos a como de lugar, las fuertes pisadas, el sonido de las armaduras y armas chocar, el olor a muerte... era un festín para los orcos. Las tropas enemigas se encontraban a tan solo centímetros de su posición, el chamán, Go'du, estaba por entrar en acción; que fiesta les esperaba a los orcos... que fiesta.

Jiajiajiajia... Shishishi... -. Reía de manera extraña el chamán de piernas largas, que comenzó a dar varios saltos, a pocos metros de las tropas enemigas. - ¡¡Adiós!! -. Dijo lanzando su hermosa y bella jabalina, directo a la cabeza del gran líder, Krom. La jabalina se encontraba rodeada por unas cuerdas a las cuales estaban atadas varias bombas de humo, quienes explotarían cuando el rastreador halara de esa misma cuerda, creando una gigantesca nube negra, cuya misión sería cubrir a la mayoría de las tropas enemigas, formulando así, el factor sorpresa de los orcos. - ¡¡SU MUERTE HA LLEGADO!! SHISHISHI... -. Gritó sacando otra jabalina y corriendo hacia sus enemigos, luego de halar la cuerda y comenzar con el inicio de una gran masacre. La nube se extendió tapando a gran parte de ejercito, no tanta como los orcos esperaban, pero era un inicio.

¡¡¡¡¡VIDA A LA HORDA!!!!!. Es fue el grito que todos los orcos dijeron antes de comenzar a correr o atacar de manera coordinada. Los arqueros, en un principio, lanzaban sus proyectiles hacia las tropas más alejadas de la bomba de humo. Thrall, por otro lado, se abalanzaba agitando sus grandes martillos contra cualquier cosa que tuviera adelante... Dios quisiera que no fuera un orco. Kargath rebanaba cabeza que se cruzara ante él, y Go'du, lanzaba precisas estocadas desde afuera de la gran nube de humo, matando uno que otro soldado enemigo.

Todo era un ataque en conjunto muy bien formulado, los orcos, con sus instintos bélicos y su escasa noción del rastreo, podían atacar a sus oponentes con solo sentir el olor a muerte impregnado en sus prendas o inclusive sus cuerpos. Cualquier diría que los orcos eran criaturas estúpidas y simplemente creadas para la guerra, pero cuando Kargath líder de un escuadrón de batalla, no eran más que mentiras.

La estrategia de los orcos era buena, y el elemento sorpresa estaba de su lado (Gracias solo a la diosa fortuna, pues los poseidos iban atentos y a la espera de posibles ataques) lo que implico que aquellos orcos, que eran pocos, jovenes e inexpertos, dieran un duro golpe en los poseidos:

El Chaman lanzo su jabalina que atraveso sanamente la cabeza de su objetivo, matandole al instante, y las bombas de humo se activaron como era previsto, bloqueando la visión de los zombis y poseidos.

Los arqueros abatieron a unos cuatro zombis y entre los dos gigantes orcos abatieron a un igual numero sin nadie recibir herida alguna, el Chaman abatio a un zombi que avanzaba hacia Kargarath.

Habian ganado.... ¿seguros?

Los rugidos, los alaridos, la furia que avanzaba corriendo rauda, rapida y vital hacia ellos era aterradora, aun para los orcos....

Y esa furia era guiada por Krom. No, el chaman no lo habia abatido, el chaman habia abatido solo a el poseido que guiaba a la vanguardia de las tropas de krom, al grupo de exploración, a un simple y debil mortal, y a su comitiva de 9 debiles zombis... el ejercito poseido recien llegaba ahora.

Eran casi un centenar... sus alaridos lo demostraban.
Eran más fuertes... un orco apenas podria con dos o tres zombis, alli habian más de 20 para cada uno... sin contar a los poseidos, rivales iguales a los orcos, o a los cabecillas, Krom y Jour, quienes podian abatir a cualquiera de los orcos con facilidad.


La masa de poseidos rodeo a los inexpertos orcos.


Los arqueros comenzaron a abatir Zombis,... no era una tarea dificil, despues de todo habia tantos para elegir... pero estos, en grupos de 10-20 comenzaron a subir a las ruinas donde los arqueros, rodeados y sin escapatoria, disparaban flechas a los que escalaban, al parecer sin poder detener a la marea.

El Chaman era agil, por lo que esquivaba a los tantos zombis y poseidos que intentaban atacarle, pero entonces encontro que frente a si habia una masa de carne, musculos y metal, una masa con una enorme e intimidatoria armadura, y con una aún más grande hacha... era un tal Krom.
La muerte cierta y segura del chaman fue evitada, momentaneamente, por la llegada de un gigante orco que fue a auxiliarle... sus dos martillos se medirian con el hacha del paladin... aunque no eran rival.


Kargath mato a un par de zombis antes de notar que una veintena de hombres poseidos y zombis le rodeaban, sin atacarle, solo esperando algo... la llegada de algo, de alguien...

Un paladin ataviado en una explendida armadura se abrio paso entre el anillo de poseidos para encarar a Kargath: Jour. (Rango 2)

El poseido portaba dos espadas y se lanzo a por su enemigo lanzando una sucesión de cuatro tajos, dos por acero, con el objetivo de despachar al orco...

Pero no eran dos, eran cuatro los ataques de Jour, el imponente poseido.

Suerte o Destreza, no se puede saber, permitieron a Kargath bloquear el primero e incluso el segundo de los ataques, más la velocidad y la veterania de su oponente le permitieron acestarle los otros dos tajos; el primero fue a por el pecho, pero un movimiento casual de Kargath desvio el acero hacia el hombro, recibiendo este un tajo relativamente profundo alli; El segundo en cambio si fue a por el pecho, y gracias a que no fue una estocada, pero un tajo, el orco no perecio con el asalto; una herida poco profunda, pero dolorosa y molesta, nació entre las costillas del orco, en un costado del pecho.

En su embestida, el Poseido arremetio contra el orco con la propia fuerza de su hombro y su pesada armadura, cayendo el otro al suelo mientras el Poseido ya se lanzaba a por él con dos tajos simultaneos, verticales y vigorosos.



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El chaman era agil, Krom no, especialmente por su cansancio anterior, lo que ciertamente salvo la vida del primero, quien esquivo el tajo para replegarse varios metros del combate... aquello era para el de los martillos.

Este recien mencionado antepuso sus dos martillos en la trayectoria del hacha del poseido y el impacto fue tremendo, más la fuerza del poseido se impuso y no solo el orco cayo de lado pero uno de sus martillos fue destruido por el hacha.

Sin dejarse intimidar, aunque superado en todos sus aspectos, aquel se lanzo a por Krom con un ataque vigoroso a por su cabeza.


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El destino de los arqueros era incierto, lanzaban tajos a diestro y siniestro desde sus desesperadas posiciones de altura, más uno de ellos fue asujetado por un zombi, y luego dos, y otro más y dos otros, hasta que finalmente fue derribado y los cuerpos del orco y una multitud de zombis cayeron, estos ultimos sobre el primero, al suelo, desde donde el orco intento abrirse paso para levantarse y escapar, o hacer cuanto fuera por sobrevivir, mientras los zombis ya empezaban a devorarlo, lentos, sin apuro, solo mordiendo y soltando, llevandose algun pedazo del orco consigo entre mordida y mordida...